La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, lamentó la ola de feminicidios que han enlutado al país en los últimos meses, dejando como saldo más de 30 mujeres asesinadas, sin embargo, la también vocera gubernamental no reconoce el fracaso de su tan anunciada estrategia contra la violencia machista.
En lo que va del 2024, según el monitoreo de organizaciones defensoras de los derechos humanos, al menos 36 mujeres nicaragüenses han sido asesinadas, incluyendo tres en el extranjero.
Solo en los primeros seis días de mayo, ocurrieron por lo menos ocho feminicidios, los que son cometidos generalmente por parejas o exparejas de las víctimas y cada vez con mayor saña.
Ante la dramática situación que viven las mujeres en Nicaragua, Murillo solo se limitó a decir que «lamenta» esa tragedia y anunció que preparan un plan especial para contrarrestar ese fenómeno, sin dar mayores detalles.
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«Lamentar que los últimos días hemos tenido una serie de tragedias que nos involucran a nosotras como mujeres, y que lesionan la dignidad de cada una de nosotras, por la que tanto hemos luchado», dijo este miércoles ocho de abril, la vicedictadora durante su alocución diaria a través de sus medios de propaganda.
Murillo no se atreve a reconocer que su «estrategia» de lucha contra la violencia de género ha fracasado, y que su tan promovida cartilla «Mujer y Derechos», lanzada en julio de 2022, con la que prometió poner en práctica métodos de prevención de la violencia machista, no han servido de mucho.
Sin embargo, Murillo sí adelantó que están trabajando desde ya en «un plan especial» para contrarrestar la ola de feminicidios desde el Instituto de la Mujer, y las Comisarías de la Mujer. «Trabajando para ver cómo incidimos más en la vida cotidiana, para que la vida de las mujeres no se vea expuesta a riesgos», afirmó Murillo, sin dar mayores detalles.
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El régimen Ortega-Murillo, ha fracasado en sus planes de lucha contra la violencia de género. Reformó la Constitución Política de la República; la Ley 779, Ley Integral contra la violencia hacia las mujeres, y el Código Penal, para aplicar la pena de cadena perpetua a los feminicidas, supuestamente para bajar el índice de asesinatos de mujeres, pero hasta ahora no se han notado resultados.
El pasado ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Articulación Feminista denunció que la violencia machista contra las niñas y mujeres se ha incrementado con impunidad. Entre 2017 y 2020 se presentaron 18 mil denuncias de violencia sexual, pero solo un 19 % fueron llevadas a juicio, sin que ello garantice condena para los agresores.
La dictadura Ortega-Murillo ha cancelado al menos 150 organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y les han confiscado sus bienes. En Nicaragua «no existen políticas adecuadas para afrontar los graves problemas que enfrentan las mujeres y las niñas», ha denunciado la organización feminista.