La congresista estadounidense María Elvira Salazar, representante del Partido Republicano por el Estado de la Florida, pidió este lunes, 18 de septiembre, al Departamento de Estado de su país que incluya al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en la lista negra de organizaciones criminales más peligrosas a nivel mundial que persiguen a los religiosos.
Salazar es una de las congresistas de EE.UU más activas en favor del retorno a la democracia de Nicaragua, y es presidenta del Subcomité para el Hemisferio Occidental del Congreso. Como parte de su apoyo a los nicaragüenses envió una carta oficial a Rashad Hussain, embajador itinerante de los Estados Unidos para Asuntos de Libertad Religiosa Internacional, instándole a incluir al FSLN en la lista de «Entidades de Especial Preocupación por violaciones de la libertad religiosa».
En dicha comunicación, la congresista Salazar le expone al embajador Hussain que «el Frente Sandinista es el brazo político del sangriento régimen de Ortega-Murillo». Así mismo le recuerda al diplomático de su país que los crímenes cometidos por FSLN contra los católicos nicaragüenses están documentados y en ese sentido le recuerda que ya es hora de agregar a los Sandinistas a la llamada lista negra de organizaciones que persiguen las religiones.
Noticia relacionada: Opositores urgen a EE.UU. aplicar la Ley Renacer y que incluyan en sanciones al Ejército de Nicaragua
La denominada «Lista de Entidades que suscitan Especial Preocupación» es una designación que hace el Departamento de Estado de EE.UU. a una organización responsable de violaciones «especialmente graves» a la libertad religiosa, de acuerdo con la Ley de Libertad Religiosa Internacional (IRFA) de 1998 y modificada en 1999, según explica el sitio web oficial del Departamento de Estado.
De ser includo en ese grupo de organizaciones, el FSLN compartiría puestos con organizaciones como ISIS, los talibanes y el Grupo Wagner que son acusados por «persecución deliberada de grupos religiosos mediante tácticas inhumanas como la tortura, la detención prolongada u otras denegaciones de derechos humanos básicos».
En ese sentido, Salazar señala en su carta que «los sandinistas tienen un largo historial de intolerancia religiosa y persecución, que comenzó en la década de 1980, con amenazas contra la comunidad judía del país y el incendio y profanación de su única sinagoga».
Noticia relacionada: Aplicación de sanciones contra el régimen de Ortega seguirán, asegura la Casa Blanca
El régimen criminal y socialista de Ortega-Murillo es también responsable de algunos de los abusos contra los Derechos Humanos de los católicos más censurables registrados en Latinoamérica. Casi tres cuartas partes de los nicaragüenses pertenecen a la Iglesia católica, que registra más de cinco millones de fieles.
Asimismo destaca como antecedentes recientes, al menos 400 ataques contra la Iglesia desde 2018, entre ellos el ataque a balazos perpetrado por «policías paramilitares afiliados al régimen sandinista» contra la parroquia de la Divina Misericordia de Managua donde fueron asesinados dos jóvenes y varios más heridos.
Salazar también expone al embajador el atentado contra la catedral de Managua donde incineraron una antigua imagen de Cristo en 2020. También denuncia el encarcelamiento de sacerdotes entre ellos el Obispo Rolando Álvarez, el cierre de emisoras católicas, clausura de organizaciones benéficas administradas por la Iglesia y la expulsión de sacerdotes y monjas entre ellas las hermanas Misioneras de la Caridad, la orden fundada por Santa Teresa de Calcuta.