Los cafetaleros del país se enfrentan a otro ciclo en el que los mayores problemas son la falta de trabajadores en las fincas, debido a las masivas migraciones, y el encarecimiento de los insumos para producir. A ello hay que agregarle que las autoridades de gobierno ignoran estos reclamos y los relacionados a la falta de financiamiento y otros tipos de apoyo como el acompañamiento técnico.
«Nunca este sector ha estado tan abandonado como ahora», denunció un finquero que para evitar la persecución pide que su identidad sea protegida. «Estas realidades son una amenaza para la cosecha 2023-2024. La mano de obra es escasa, precisamente por la crisis económica y la represión del gobierno», añadió para este reporte.
Un grupo de cafetaleros de la zona norte del departamento de Matagalpa señalaron que cada año, principalmente desde el 2018, deben lidiar con la falta de cortadores, los precios internacionales del café, la delincuencia en sus zonas, la falta de crédito y «el clima del país» que no favorece a fincas que además de la siembra del grano, le sacaban provecho al turismo rural.
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«Esto se ha perdido, era un ingreso adicional, pero ahora nadie viene, no hay turismo del café, a la gente le da miedo venir a las fincas con esto de la represión», se quejaron.
«En este momento, el quintal de café anda por los 150 dólares, cuando en la cosecha pasada alcanzó los 260, eso te da una idea que este año, lo más seguro es que tengamos pérdidas», dijo un representante cafetalero que expresó su temor si se conoce públicamente de sus quejas. «Es peligroso; cárcel, confiscaciones. Esto está mal», agregó.
Las migraciones causan daño en el campo
El país ha sufrido «un sangrado» inusitado de su población. Hasta junio de este año, al menos 605,043 nicaragüenses habían abandonado su país en los últimos 62 meses. El número, que ha aumentado desde entonces, señala que se trata de un 9% de la población total, según el informe «Situación de las personas nicaragüenses desplazadas forzadas», elaborado por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
El organismo señaló que la salida masiva de nicaragüenses es a causa de la represión estatal contra opositores, religiosos y críticos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Según la organización, la mayoría de quienes se han ido del país, son nicaragüenses menores de 35 años, una muy buena parte proveniente de zonas rurales del país y se han ido a Costa Rica, a Estados Unidos, España y Panamá entre otros destinos.
«Las migraciones causan daño a Nicaragua, pero en el campo es donde más se siente, el campo se está quedando sin trabajadores y por más que se les ofrezca pagar casi tres dólares la lata, en el caso de los cortadores, la gente no se queda», se lamentó otro cafetalero.
«No tengo porqué mentir, ahí están los datos. Comparemos cosecha por cosecha y veremos que este 2023-24 no va ser tan bueno, con cero créditos, sin mano de obra y tan caros insumos, es imposible crecer, vamos para atrás», se quejó.
Los cafetaleros llamaron al gobierno a reflexionar sobre estas situaciones. «Esto es un problema de país, de sus productores, esto no es política partidaria, es un problema de las familias del campo. Hacen falta políticas serias de apoyo a este sector», aseguró.
«El éxito de esta próxima cosecha 2023-2024, va a depender de las soluciones que encontremos nosotros, pero tiene que ser con el apoyo del gobierno y todos los agentes involucrados en la caficultura», apuntaron.
Con buenos números, pero...
El cultivo de café significó más de 711 millones de dólares para la economía nicaragüense en la última cosecha, según datos oficiales publicados por la dictadura orteguista a través del Ministerio Agropecuario (MAG). La producción significó un número superior a los 600 mil empleos en época de corte, de acuerdo con las cifras oficiales.
Matagalpa y Jinotega siempre han sido las zonas donde se garantizan los mejores estándares de calidad y cantidad en cada cosecha del grano de oro que se consume a nivel local y para la exportación hacia todo el mundo, principalmente a Estados Unidos, Europa y Asia.
Sin embargo, esos buenos números registrados en años anteriores están bajo amenaza en esta cosecha cafetalera 2023-2024. «Las proyecciones están en riesgo si no hay soluciones a los problemas que hay en las fincas», subrayaron los cafetaleros.
Las estadísticas del régimen sostienen que Nicaragua cuenta con unos «58 beneficios secos que cumplen con los estándares para el mercado nacional e internacional y procesan la producción de 38 mil caficultores».
De acuerdo también a las cifras del régimen, en estas áreas se cultivan 240 mil manzanas de café, siendo el 84% de pequeños productores que se ubican en los departamentos de Jinotega, Matagalpa y Nueva Segovia.
Por Voces Unidas