Durante el acto central por el 44 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, la noche del miércoles, 19 de julio, la vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, utilizó su intervención para atacar a la oposición nicaragüense.
También utilizó su monólogo para aludir a los periodistas independientes, calificándolos de «absurdo coro de serpientes, de víboras traicioneras, fabricantes de mentiras, denigrantes a sueldo, mentecatos y falsarios».
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Olvidándose de su discurso de amor, cristiano y de hermandad, la vicemandataria calificó a los opositores, periodistas y defensores de derechos humanos de «profesionales del servilismo, sicarios, mercenarios y asesinos que se arrastran para servir a sus amos».
«¿Cómo entender a quienes en desvergonzadas y diabólicas pestilencias se cierran al cosmos, a la convivencia de todas las vibraciones, de todas las energías, de todos los colores y vigores que conforman fuerza y esplendor (…)», cuestionó la también primera dama.
Afirmó, además, que «los traidores de la patria se están pudriendo en el basurero de la historia», en referencia de los opositores y desterrados políticos que se han organizado en diferentes países para demandar justicia.
«Rosario Murillo no tolera la verdad»
Tras estos ataques, un periodista nicaragüense dijo, en condición de anonimato, a Artículo 66 que estos discursos de odios no son nada nuevo, porque «Rosario Murillo no tolera la verdad y para su desgracia, los periodistas nos dedicamos a contar verdades, a contar hechos, y eso, a ningún dictador o dictadora le gusta que expongan toda la corrupción y violaciones a los derechos humanos que se siguen cometiendo en Nicaragua».
También afirmó que las declaraciones de odio de Murillo se deben a que los periodistas siguen informando temas sensibles para la dictadura, como es el caso de monseñor Álvarez. «Recordemos que con la excarcelación y luego del destierro de 222 exreos políticos, Ortega se liberó de una presión, pero monseñor Álvarez sigue siendo una piedra en sus zapatos».
«Rosario Murillo siempre se ha caracterizado por ser violenta en sus discursos, y eso ya lo vivimos en carne propia en 2018, cuando comenzó a decir de todo, no solo a los periodistas sino a la sociedad en general», remarcó.
Por su parte, el exreo político Félix Maradiaga expresó que en respuesta a «esos ataques de odio y mentiras, debemos mantenernos firmes en nuestros principios de democracia y libertad».
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«Ella —Rosario Murillo— habla con la mentira y nosotros —los opositores— con la verdad. La verdad y la autenticidad son armas poderosas contra la hipocresía y la mentira», agregó el desterrado político.
Después de la rebelión cívica del 2018 el discurso de odio de Daniel Ortega y Rosario Murillo cada día ha sido mayor, despotricando contra la Iglesia católica, la comunidad internacional, opositores, defensores de derechos humanos y el periodismo independiente. Además se niega a liberar a más de 60 presos políticos.