El subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, señaló que el despojó arbitrario de la personalidad jurídica del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y de 18 cámaras empresariales en Nicaragua «debilita más el frágil ambiente empresarial» del país.
«La cancelación por parte del régimen Ortega-Murillo de organizaciones líderes como el Cosep y otras 18 cámaras empresariales viola los derechos fundamentales de los nicaragüenses y debilita más el frágil ambiente empresarial», escribió el funcionario estadounidense en su cuenta de Twitter.
El gremio empresarial de Guatemala también advirtió que la ilegalización de la patronal «amenaza el crecimiento económico y la estabilidad de Nicaragua».
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Además, aseguró que la arremetida de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra los empresarios nicaragüenses «atenta contra los derechos de asociación y libertad, y supone una seria amenaza a la democracia y principios fundamentales de los ciudadanos nicaragüenses».
El seis de marzo de 2023, el régimen le dio la «estocada final» a la inexistente relación que mantenía con el Cosep que se vio fracturada hace cinco años. En un hecho sin precedentes, el Ministerio de Gobernación (Migob) arrebató la personalidad jurídica a la patronal y a sus 18 cámaras, apenas un mes atrás también aniquiló la Asociación de Bancos, otra de las gremiales del empresariado.
La administración orteguista señala a las entidades ligadas al gremio empresarial privado de Nicaragua de «no promover políticas de transparencia en la administración de los fondos». Sin embargo, antes de abril de 2018 el régimen defendió la alianza que sostuvo con la empresa privada.
Esa «alianza» con el régimen les permitía nominar a empresarios a cargos públicos, la creación de leyes a su favor, la exoneración y exención de impuestos, entre otros muchos beneficios que aprovecharon por más de una década.
Este modelo que bautizaron de «diálogo y consenso» acabó tras el inicio de las protestas. El Cosep decidió romper su «alianza» con la dictadura y adoptar una posición acorde a la nueva realidad que vivía el país.