El encierro de monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, mantiene una condena colectiva en redes sociales que demanda su liberación.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) exige diariamente que el purpurado sea puesto en libertad, al igual de los más de 30 presos políticos que están cautivos.
El obispo acumula más de 200 días como rehén de conciencia de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El nueve de febrero el régimen intentó desterrarlo de Nicaragua enviándolo en un avión a Estados Unidos, pero el prelado arruinó el plan de la pareja dictatorial y se negó a abordar el vuelo.
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Ese acto de resistencia desató la rabia de Daniel Ortega que ordenó encerrarlo en las celdas del Sistema Penitenciario Nacional (SPN), conocido como «La Modelo». Desde su violenta captura el 19 de agosto de 2021, el obispo Álvarez permaneció en la vivienda de su familia en Managua.
«Debemos seguir clamando por monseñor Rolando Álvarez que está encerrado en “La Modelo”, no se sabe nada de él, en qué celda está, si está enfermo, su le dan o no de comer, es preocupante. Su vida está en riesgo. Sigamos exigiendo su libertad», alertó el Cenidh en su cuenta de Twitter.
Después de resistirse a ser desterrado el obispo fue llevado a los Juzgados de Managua donde lo sometieron a un juicio sumario exprés. Ese mismo día, el 10 de febrero, fue declarado culpable, lo condenaron a 26 años de cárcel, le arrebataron su nacionalidad y lo despojaron de sus derechos civiles y políticos de por vida.
El organismo defensor de derechos humanos recordó que en «La Modelo» hay más de 30 personas presas políticas; que el «régimen ilegítimo» desterró a 222 presos políticos el pasado nueve de febrero y los despojó de su nacionalidad, al igual que a 94 personas, entre ellas periodistas, reconocidos escritores, opositores, sacerdotes y activistas.