El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) demanda conocer el estado en el que se encuentra el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, al igual que los sacerdotes Manuel Salvador García y Leonardo Urbina, encarcelados por la dictadura Ortega-Murillo.
«Sigue la guerra contra la Iglesia católica y sus sacerdotes, demandamos saber cómo se encuentra monseñor Rolando Álvarez en el centro penitenciario Jorge Navarro (conocido como La Modelo). ¿Ha podido verlo su familia?, ¿Ha recibido su paquetería? Y los sacerdotes Manuel Salvador García y Leonardo Urbina también están presos en La Modelo ¿Cómo están?, exigimos su inmediata liberación y los más de 30 reos de conciencia en Nicaragua», expresó la organización defensora a través de sus redes sociales.
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El pasado nueve de febrero, tras seis meses de arresto domiciliario, el obispo de Matagalpa se negó a ser desterrado de Nicaragua y en venganza el régimen decidió encerrarlo en el sistema penitenciario donde fue enviado a una celda de castigo donde las temperaturas pueden sobrepasar los 40 grados, así lo denunció el Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh).
Por su parte, el Cenidh ha denunciado que el encierro del jerarca pone «su integridad personal y su vida en riesgo» y pidió «que lo liberen» porque consideran que «es inocente».
El 10 de febrero el obispo Álvarez fue declarado culpable en un juicio sumario exprés en el que también se dictó la condena de 26 años de prisión. Además, el régimen le arrebató la nacionalidad nicaragüense. El judicial ordenó el pago de 56,461.15 córdobas correspondiente a 800 días multa. El religioso fue arrestado con violencia el 19 de agosto de 2021 en la Curia Episcopal de Matagalpa, desde esa fecha hasta el nueve de febrero de 2023 permaneció en arresto domiciliario.
El padre Manuel Salvador García, párroco de la iglesia Jesús de Nazareno, en el municipio de Nandaime de la Diócesis de Granada, fue el primer sacerdote apresado por el régimen. El religioso fue aprehendido el primero de junio de 2021.
Monseñor Leonardo Urbina Rodríguez, párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro de Boaco, fue detenido el 13 de julio en su ciudad. En ese momento, fue el segundo religioso detenido. El régimen lo condenó a 30 años de cárcel por el supuesto delito de violación a una menor de 14 años y lesiones psicológicas leves en perjuicio de la víctima de iniciales M.J.V.S. de 12 años.
Una gran cantidad de sacerdotes ha decidido exiliarse debido a las amenazas y persecución impuesta por el régimen Ortega-Murillo a los religiosos católicos. Obispos de todo el mundo y defensores de derechos humanos han denunciado estos atropellos en contra de la iglesia y demandan la libertad de los que aún son rehenes de la dictadura.