La familia del cronista deportivo y actual preso político Miguel Mendoza, lamentó que la despedida de año y el recibimiento del 2023, lo pasará nuevamente encerrado en una de las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocido como «El Nuevo Chipote», en Managua.
«Nuevamente, pasará noche buena en cuatro paredes, lejos de su familia. Pero su fe en Dios lo hace ser fuerte y valiente», expresaron sus familiares a través de las redes sociales del periodista.
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Recordaron que el rehén de la dictadura de Ortega, cumple este viernes, 30 de diciembre, 558 días de estar privado de su libertad de forma arbitraria.
Para Margin Pozo, compañera de vida de Mendoza, las fiestas de navidad y de fin de año son difíciles para su familia y más para Alejandra Mendoza, hija del comunicado, quien solo en dos ocasiones lo ha podido visitar.
«Es el segundo año que no pasó con su papá un 24 de diciembre, aunque nos permitieron compartir con él, el 25. Ella desea que su padre este tiempo completo. Despertarse y verlo en la casa», expresó a Artículo 66 la también periodista.
Agregó que como familia despedirán el 2022, «dándole gracias a Dios por su amor infinito y misericordia; y orándole, porque este en 2023 nos traiga a Miguel de regreso. Nuestro milagro es su libertad».
Hasta el momento, la familia Miguel Mendoza no ha sido notificada por las autoridades policiales de «El Nuevo Chipote» si podrán visitarlo y despedir el año o recibir el 2023.
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«Estamos orando a Dios para que nos llamen hoy», refirió Pozo, quien asegura que lo que más anhela es poder compartir esta fecha especial junto al cronista deportivo y su hija de ocho años.
El periodista y crítico del régimen Ortega y Murillo fue encarcelado en junio de 2021, en medio de una cacería de dirigentes gremiales. Fue declarado culpable por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas, a través de leyes represivas dirigidas contra opositores. La justicia de Ortega y Murillo lo condenó a nueve años de cárcel.
Mendoza es parte de la lista de opositores y críticos a la dictadura orteguista que están cautivos en los diferentes calabozos de Nicaragua y a quienes se niega liberar, más bien los ha sometido a tratos crueles e inhumanos.