Después de 18 meses de total incomunicación entre padre e hija, este miércoles el preso político Miguel Mendoza pudo recibir en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), El Chipote, la visita de su pequeña hija Alejandra, quien se mostró emocionada por poder abrazar nuevamente al cronista deportivo.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de la Policía, informó que autorizó que los reos de conciencia pudieran recibir entre el 7 y 8 de diciembre la visita de sus familiares en ocasión “de las Festividades de Las Purísimas y La Gritería”.
“Alejandra cuando vio a su papá (Miguel Mendoza) lo primero que hizo fue correr, correr y se lanzó sobre él. Miguel la abrazó, la cargó en sus brazos y ella lloró. Lloró desconsoladamente”, relató Margin Pozo, esposa del cronista deportivo.
Previo a este encuentro, la menor le escribía cartas a su papá, hacía dibujos y había grabado videos demandando la oportunidad de poder abrazarlo. El momento finalmente llegó este miércoles. No se lo creía que estaba viendo a su papá. “Papi, te amo, papi, te he extrañado. Yo necesitaba este abrazo´”, le decía una y otra vez la menor a su padre quien ha perdido unas 30 libras en El Chipote.
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Pozo narró que durante las cuatro horas de visita, Alejandra no se soltó un solo minuto de su padre. Aprovechó para compartirle todos los momentos especiales en las que él no ha podido estar presente. Le comentó sobre el último libro que está leyendo, sobre su excelencia académica, sus clases de natación y otras disciplinas deportivas que quiere practicar. “Es una niña que le gusta el deporte y su papá es su inspiración”, dice con aplomo su madre.
La Policía informó que durante estas visitas las personas en “resguardo”, es decir los presos políticos, “han podido intercambiar y compartir alimentos con sus espos@s, madres, padres, hij@s, niet@s, y otros miembros de sus núcleos familiares”.
La institución represiva también adelantó que en este mes de diciembre “se estarán realizando otras visitas similares, compartiendo las Tradiciones Navideñas y de Fin de Año”, sin especificar en qué momento ni para qué personas.
Emotiva despedida
Pozo relató que media hora antes de la despedida, la pequeña Alejandra se soltó en llanto porque decía que no se quería separar de su padre, a quien no miraba ni abrazaba desde hace más de 500 días. Se rehusaba a dejar en esas celdas al “amor de su vida”.
“Lloró mucho porque su papá se quedaba, lo abrazó, lloró cuando se llevaron a Miguel, nosotras quedamos en la sala esperando que igual nos dijeran que teníamos que salir, siguió llorando cuando se subió al microbús en el que nos trasladaron a recepción, luego en el carro hasta que llegamos a la casa, lloró desconsoladamente y me dijo que se quería quedar con su papá ahí en El Chipote”, señaló Pozo.
El periodista y crítico del régimen Ortega y Murillo fue encarcelado en junio de 2021, en medio de una cacería de dirigentes gremiales. Fue declarado culpable por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas, a través de leyes represivas dirigidas contra opositores. La justicia de Ortega y Murillo lo condenó a nueve años de cárcel.