La Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) dirigió una carta al nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, en el que demanda «fiscalice y supervise» los futuros desembolsos que serán aprobados al régimen de Nicaragua.
«Además de desearle éxito en su nuevo cargo, la Unidad Nacional le señala que Nicaragua vive un estado de excepción de facto, con las libertades civiles y políticas conculcadas y un gobierno carente de legitimidad calificado también como un régimen corrupto. Apunta que hasta ahora, el flujo de ayuda financiera y préstamos provenientes de organismos internacionales, son manejados de forma discrecional y sin que exista la debida fiscalización social pública», destaca el comunicado publicado este martes.
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Esperan que bajo la presidencia de economista brasileño Goldfajn, «los fondos que el BID eventualmente facilite al gobierno de Ortega, sean debidamente supervisados a fin que no sean destinados ni a la represión ni a otros usos».
«Que todos los desembolsos tengan en cuenta la situación de la falta de democracia y de irrespeto a los derechos humanos que se vive en Nicaragua, y por tanto, los eventuales desembolsos estén acompañados de una correcta rendición de cuentas», finaliza el comunicado de la organización opositora.
La organización financiera internacional es una de las entidades que más ha oxigenado al régimen de Ortega. Tras el paso del huracán Julia, el 28 de octubre, el BID autorizó un desembolso de 10 millones de dólares a la dictadura de Nicaragua para atender las pérdidas económicas que causó el fenómeno natural.
Especialistas han afirmado que Ortega sigue su arremetida contra el pueblo nicaragüenses por sentirse «apoyado» económicamente por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), además del BCIE.
Ante esto, el congresista norteamericano Albio Sires exhortó a estas entidades a «tomar medidas» para que cesen el financiamiento de la «infraestructura de opresión» de la dictadura. Según Sires, desde 2018 el régimen de Ortega ha recibido en calidad de préstamos unos 1,200 millones de dólares bajo el pretexto de la reducción de la pobreza, el alivio de desastres y el apoyo a las pequeñas empresas.