El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, exhortó en su homilía de este domingo, 16 de octubre, a perseverar en la oración y a pedir a Dios que aumente la fe de todos los nicaragüenses en situaciones difíciles.
«Cristo decía que cuando venga el hijo del hombre encontrará fe en este pueblo (…) Creo que para nosotros también es una interrogante de cómo está mi fe y si en este momento Cristo viene ¿Cómo encontrará mi fe?», señaló el prelado.
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insistió en que la fe «se alimenta de la oración» y que es «como un binomio, porque la oración fortalece la fe, es por eso que para tener esa experiencia íntima y profunda con Jesucristo, los apóstoles por eso piden que —Jesucristo— les aumente la fe y que les enseñe a orar».
Ruegos por los sacerdotes
Por otra parte, Brenes mencionó que en octubre se celebra el mes de la oración y llamó a orar por los más de 500 religiosos en Nicaragua. «29 años que grupos humildes y sencillos han estado orando por los sacerdotes…», recordó.
«Hay que motivar la oración por los sacerdotes; los hijos amados de nuestra madre, la santísima virgen María y que hermoso que esa cadena de oración mantiene a los sacerdotes», exhortó el religioso desde la Catedral Metropolitana de Managua.
En referencia a la persecución que vive la Iglesia católica y el ataque a sacerdotes, el cardenal afirmó que todos los religiosos «están siendo sostenidos y apadrinados por la oración».
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«La oración es fortaleza (…) En la lucha por vencer al enemigo se necesita de la oración. Necesitamos mantener siempre nuestros brazos en alto orar siempre y con insistencia. Recordemos que la oración es como el termómetro en nuestras vidas para saber como anda mi fe», recalcó.
Brenes concluyó su homilía enfatizando que la oración «no es un bla-bla, sino un diálogo sencillo y humilde que debemos tener con nuestro buen Dios, que pronto nos escuchará».
Las palabras del máximo jerarca de la Iglesia católica en Nicaragua llegan en momentos en que la persecución, y asedio contra la iglesia y líderes religiosos no ha cesado, sino que se ha recrudecido. Nueve sacerdotes están en prisión, dos ya fueron condenados y al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, está bajo resguardo domiciliar.