Un grupo de nicaragüenses exiliados en Costa Rica realizaron la noche de este viernes un plantón frente a Catedral Metropolitana en San José, en respaldo a monseñor Rolando Álvarez, detenido por la Policía orteguista y llevado por la fuerza a su casa en Managua bajo el régimen de “arresto domiciliar”.
“Obispo, amigo, el pueblo está contigo”, gritaban los nicaragüenses en respaldo al prelado y los demás religiosos víctimas de la represión gubernamental.
“Hemos estado viendo cómo el régimen considera a la Iglesia como un enemigo político, en el afán de controlar la fe y la oración por los nicaragüenses que queremos cambios”, dijo a Nicaragua Actual Zoilamérica Ortega, la hijastra del dictador Daniel Ortega que lo denunció de haber abusado sexualmente de ella.
Definitivamente es un atropello a los sentimientos cristianos y lo más importante para todos es la inspiración que, en medio de tanta adversidad monseñor nos ha dado al tener hasta en su última intervención una palabra de paz y de perseverar en la lucha que tenemos”, añadió Zoilamérica.
La Policía orteguista informó en un comunicado que “la madrugada de hoy se realizó, en las instalaciones de la Casa-Curia de la ciudad de Matagalpa, un operativo que permitió recuperar la normalidad para la ciudadanía y las familias matagalpinas”.
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“Durante varios días se esperó con mucha paciencia, prudencia, y sentido de responsabilidad una comunicación positiva del Obispado de Matagalpa, que nunca llegó a darse y que, al persistir las actividades desestabilizadoras y provocadoras, hizo necesario el citado operativo de orden público”, indicó.
La captura de Álvarez, precedido por el arresto de tres sacerdotes, es el capítulo más reciente de una historia de 43 años de desencuentros entre la Iglesia católica nicaragüense y los sandinistas encabezados por el presidente Daniel Ortega.