Defensores del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más y activistas nicaragüenses en Costa Rica repudian la escalada represiva contra la Iglesia católica por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Policías mantienen rodeada la Curia Episcopal de Matagalpa impidiendo la salida de monseñor Rolando Álvarez y otras 11 personas más entre sacerdotes y laicos.
En conferencia de prensa, el organismo aseguró que los recientes acontecimientos en Matagalpa «hablan por sí mismos. En Nicaragua está en desarrollo una persecución religiosa y una guerra contra la Iglesia católica, en particular contra voces como la del obispo Rolando Álvarez, a la que el régimen sin autoridad constitucional pretende callar».
«Monseñor Rolando Álvarez y sus acompañantes no han cometido delito alguno, delitos son los crímenes de lesa humanidad hasta ahora en total impunidad, realizar laborales pastorales y religiosas no alteran el orden, ni la paz ni constituye delito o violencia», señaló.
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«Los que tienen sitiada la Curia Episcopal de Matagalpa esos sí están cometiendo acciones ilícitas, porque privar de la libertad arbitraria e inconstitucionalmente es delito de detención ilegal y violación a los derechos humanos», subrayó.

Asimismo, alegó que con estas acciones el régimen Ortega-Murillo «ejecuta un proceso de criminalización, que amenaza gravemente la libertad personal y la condición de obispo de monseñor Álvarez, al impedirle ejercer su labor pastoral así a como sus acompañantes».
Además, destacó que los jerarcas católicos del país «representan una expresión firme a favor de los oprimidos, asesinados, encarcelados y torturados»; por tal razón, la dictadura de Ortega-Murillo busca silenciarlos para que no sigan denunciando las violaciones a derechos humanos que han perpetrado contra el pueblo de Nicaragua.
Instan al pueblo de Matagalpa a no perder la «cordura» ante la violencia
La defensora de derechos humanos Claudia Tenorio Rizo instó al pueblo de Matagalpa a continuar denunciando la situación de una «manera cívica y pacífica».
También alentó a los ciudadanos matagalpinos a «permanecer en su casas y resguardar sus vidas. Sabemos que el régimen de Ortega-Murillo quiere silenciar y está apresando, secuestrando y violentando los derechos humanos de todo el pueblo nicaragüense y sobre todo en este momento del pueblo cristiano, del pueblo matagalpino opositor».

«No olviden, que las tormentas no dilatan para siempre, las tormentas siempre terminan y el mal siempre acaba», resaltó.
De igual forma, Jacob Ellis Williams, activista afrofeminista, se solidarizó con el pueblo de Matagalpa ante la represión y Estado de sitio que ha impuesto en la última semana la dictadura de Nicaragua.
«Lo que está sucediendo en Matagalpa es para darnos cuenta que en Nicaragua nada está normal y para que sigamos en la lucha» hasta alcanzar «justicia real y verdadera para Nicaragua, y libertad para todas las personas presas políticas», dijo.
Ataque a la Iglesia católica de Matagalpa
El pasado primero de agosto, la dictadura de Ortega-Murillo, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), ordenó el cierre «inmediato» de Radio Hermanos, Radio Santa Lucia, Radio Católica de Sébaco, Radio Nuestra Señora de Lourdes, Radio Nuestra Señora de Fátima, Radio San José y Radio Monte Carmelo.

Desde esa fecha el dictador ha emprendido una ofensiva frontal contra la Iglesia católica y sus principales líderes religiosos, quienes han sido víctimas de ataques virulentos. Igualmente, se han registrado agresiones, cárcel, persecución, asedio, profanaciones contra la misma feligresía.
Además, la Policía al servicio del régimen cumple seis días de mantener sitiada la Curia Episcopal de Matagalpa, en donde se encuentra monseñor Rolando Álvarez, uno de los obispos más perseguidos por la dictadura.