El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) enunció que los más de 30 presos políticos cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», en Managua, siguen siendo víctimas de tratos crueles e inhumanos.
Entre las situaciones hostiles que señaló la organización defensora de derechos humanos están la prohibición de hablar cuando los rehenes de conciencia van a tomar sol por 10 minutos o asisten a consultas médica a la clínica del recinto.
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«El régimen Ortega Murillo está condicionando el lenguaje corporal de las y los presos políticos en El Chipote; a donde vayan, siempre llevan las manos esposadas, van cabizbajos, sin permiso de decir una sola palabra», denunció el Cenidh a través de su cuenta de Twitter.
El organismo señala que la dictadura de Daniel Ortega quiere «apagarlos y borrar las mentes» de los actuales presos políticos, en su mayoría ya condenados por supuesta «traición a la patria».
Artículo 66 consultó a familiares de presos políticos para saber más de esta situación, los que expresaron desconocer de los hechos, pero que no descartan que la justicia de Ortega esté utilizando estos mecanismos considerados como tortura.
«Lo que vi en el juicio que cada vez que se levantaban para ir al baño automáticamente les ponían las manos atrás. El primer día le dije que no lo hiciera que caminara recto y con sus manos libres. Los policías les decían que fueran al baño con la cabeza abajo también», denunció una familiar de un opositor encerrado en «El Chipote».
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Además refirió que cuando los rehenes de conciencia eran sacado de sus celdas para llevarlos al juicio, eran acompañados por agentes policiales, quienes les bajaban la cabeza y los mantenían esposados.
Otro familiar enfatizó que después de los procesos judiciales, las autoridades policiales «se pusieron más duras». «Estas acciones son para humillarlos y que mentalmente estén sumisos, sin embargo ellos están llenos de fuerza mental y espiritual», señaló un familiar de uno de los secuestrados políticos.
«Todo se puede esperar de la dictadura»
Por su parte, Alfredo Mairena, hermano del líder campesino Medardo Mairena, dijo que desconoce «si eso sea verdad, pero no lo descarto, yo sé que aún condenados y sentenciados los siguen interrogando, y que el caso de Medardo y Pedro que están en la misma acusación ni siquiera se han visto allá adentro —en «El Nuevo Chipote»—.
«La dictadura se sigue ensañando con los derechos humanos, los están torturando porque eso es tortura, aparte de la tortura psicológica que todos los días los interrogan. Creo que ni un criminal debe ser tratado así, se supone que las cárceles son reformatorias y no para tortura», recalcó Mairena.
Los familiares de los rehenes políticos consultados expresaron que la dictadura de Ortega debe cesar la represión contra los opositores y debe liberarlos inmediatamente, «porque son inocentes».
Hasta la fecha, la justicia orteguista mantiene cautivo a mas de 177 presos, 35 de ellos están en la Dirección de Auxilio Judicial en Managua. Sus familias han denunciado que muchos de ellos presentan complicaciones médicas.