Tras las amenazas virulentas del diputado orteguista Wilfredo Navarro sobre la tentativa cancelación de la personalidad jurídica a la Universidad Centroamericana (UCA), los usuarios de redes sociales han expresado su rechazo a estas pretensiones de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo de confiscar y administrar la casa de educación superior, considerada un «centro de pensamiento».
Navarro acusó a la UCA de ser un «centro de terrorismo, centro promoción de la violencia y desinformación» y que «no está al día (con su documentación) con el Ministerio de Gobernación. No tiene llenados sus requisitos». El orteguista aseguró que, en cuatro ocasiones, se ha dado «prórroga» a la universidad para cumplir con los requerimientos.
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En redes sociales han publicado mensajes de indignación, rechazo y condena ante la posible ilegalización de la prestigiosa universidad. «Las dictaduras en países de América Latina le temen a la libertad de cátedra», escribió en Twitter Wisthon Noguera, activista y miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco, capítulo Ciudad Sandino.
«Esperando solo lo inminente, pero debo decir con orgullo que estudio en la mejor universidad del país y soy becado», escribió otro usuario en Twitter con las etiquetas #SomosUCA y #OrgulloUCA
Centro de pensamiento
«Desde hace años, la UCA es la única universidad que queda en Nicaragua. Las demás dejaron de serlo, por razones políticas o comerciales. Si la dictadura cancela la UCA, estará dejando al país sin el último centro de pensamiento y sin su último vestigio de conciencia crítica», denunció un usuario en Twitter.
Artículo 66 consultó a las autoridades de UCA sobre esta noticia, sin embargo prefirieron no referirse a dichos señalamientos: «No tenemos más información sobre esas declaraciones, ni comentarios al respecto», respondió escuetamente la Dirección de la casa de estudios sobre lo dicho por Navarro.
El Consejo Nacional de Universidades (CNU), institución al servicio del régimen Ortega-Murillo, nuevamente realizó una drástica reducción en el presupuesto asignado a la UCA, correspondiente al 6 % constitucional, lo que los obligó a reducir significativamente la cantidad de nuevas becas para los bachilleres que intentan ingresar a esa casa de estudios.
«Muchísimos estudiantes de bajos recursos se formaron y siguen estudiando en UCA becados. Forjando mentes críticas no borregos ni zombies como pretende Ortega», publicó una internauta en su cuenta de la red social.
La periodista Lucía Pineda Ubau, directora de 100 % Noticias, escribió: «Ortega y Murillo ahora se quieren ROBAR la mejor Universidad de #Nicaragua UCA. De concretarse el asalto y confiscación, le estarán robando a toda la compañía de Jesús, a los Jesuitas, la congregación del @Pontifex (Vaticano). #Nicaragua no pierdan la #Fe, toda dictadura cae».
Durante la revuelta de 2018, la UCA fue considerada un bastión para estudiantes universitarios que protestaban contra la dictadura orteguista. Críticos y opositores creen que Ortega y Murillo están mandando una advertencia y existe la posibilidad que la cierren por completo, haciendo uso «erróneo» de las leyes.