El Gobierno de Nicaragua anunció este martes la liberación bajo condiciones de mil convictos, para un total de 26.386 reos enviados a sus casas desde 2016. “El día de hoy fueron mil personas las que se unieron con sus parientes, que salieron de los distintos centros del Sistema Penitenciario”, dijo la vicepresidenta Rosario Murillo, en una alocución.
Los reos fueron enviados a sus casas bajo el beneficio de convivencia familiar, anunció la también esposa del presidente Daniel Ortega. El Gobierno suele dar libertad condicional a reos en fechas especiales, como la Semana Santa, el Día de las Madres, el aniversario de la revolución sandinista o la Navidad.
“(Desde 2016) se inició este periodo de garantizar beneficios legales de convivencia familiar a personas que, como decíamos, han cometido errores y trabajan para recuperar sus vidas, en amor de familia; 26.386 personas, familias, han pasado a régimen de convivencia familiar”, afirmó la primera dama.
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La suma podría alcanzar los 33.690 reos si se incluyen todos beneficiados desde 2014, cuando el Gobierno comenzó a enviar a los condenados a sus casas de forma periódica. Entre los reos beneficiados con la convivencia familiar a partir de 2016 hay 632 extranjeros, según afirmó Murillo.
“Son beneficios legales. Incluyen en este número esas personas que algunos llaman tranqueros, otros llaman terroristas, otros llamamos criminales, pero al fin y al cabo, también recibieron la generosidad del pueblo nicaragüense y fueron puesto en libertad, y muchos de ellos han reincidido porque desgraciadamente el corazón cuesta limpiarlos”, sostuvo la primera dama.
La vicepresidenta considera “criminales” a los opositores y críticos del Gobierno encarcelados, aunque las organizaciones defensoras de los derechos humanos los consideran “presos políticos”.
De acuerdo con datos avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al menos 160 “presos políticos” están dentro de las cárceles de Nicaragua.
Agrupaciones feministas como la Red de Mujeres contra la Violencia han mostrado su descontento con la liberación de reos comunes cada año, porque consideran que esto ha incidido de forma directa en el incremento de los feminicidios y de la delincuencia en general en Nicaragua.