Los familiares de los presos políticos en el contexto de electoral denuncian las torturas y «condiciones inhumanas» en las que se encuentran sus parientes a más de cinco meses de su detención. Pérdida de peso, deterioro físico y torturas psicológicas son algunos de los elementos empleados por oficiales orteguistas contra los rehenes.
En entrevista al programa Esta Noche, Jilma Herdocia, esposa de José Pallais, declaró que se encuentra preocupada por el estado de salud de su marido, quien debido a su edad presenta mayores complicaciones que el resto de detenidos. «Está subsistiendo», dijo Herdocia. Afirma que exdiputado está perdiendo peso de forma acelerada y tiene llagas en la espalda.
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Herdocia cuenta que Pallais duerme en una silla para enfrentar la apnea del sueño que padece y continúa tomando antibióticos. «Hace unos días estaba durmiendo muy mal, y no puede dormir boca abajo con los problemas de la espalda», pero a pesar de esto sostiene que su esposo se encuentra «sólido moralmente».
Los familiares en general denuncian que las visitas son limitadas pues se encuentran rodeados de agentes policiales que se dedican a vigilar las pláticas entre ellos por lo que se dedican a platicar de asuntos meramente familiares y tratar de evitar cuestiones de política, además porque las visitas son de máximo dos horas, incluyendo el tiempo de revisión.
La esposa de Walter Gómez, exgerente financiero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, visitó a su cónyuge detenido por ofrecer sus servicios profesionales a la extinta organización. María Consuelo Céspedes denuncia que su esposo ha perdido 55 libras en seis meses de encarcelamiento en los que no ha visto la luz del sol y pasa a oscuras todo el tiempo, por lo que teme que su visión pueda verse afectada en un corto plazo.
Maradiaga y Aguirre Sacasa, en «condiciones inhumanas»
El caso del precandidato presidencial Félix Maradiaga continúa siendo el mismo. Sus condiciones carcelarias no han cambiado; permanece en total oscuridad, apenas recibe sol cada diez días por unos 15 minutos, la alimentación es deficiente, los interrogatorios son constantes y debe permanecer en silencio, denuncia su esposa Bertha Valle quien afirma que esas circunstancias no representan el mínimo respeto a la dignidad humana.
Valle considera que los interrogatorios son una forma de presión psicológica sobre los detenidos, pues «las preguntas están ligadas con acusaciones falsas». En cuanto a la salud de los reos, asegura que «el seguimiento de salud de los presos políticos no es algo que se está tomando con beligerancia. Hay personas que tienen varias complicaciones de salud».
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La hija del excanciller Francisco Aguirre Sacasa, Georgie Aguirre, señala que su padre es víctima de tortura psicológica. El exdiplomático, de 77 años, es interrogado de dos a tres veces al día. Además, relata que lo despiertan a las cuatro de la mañana sin razón alguna y debe permanecer en silencio, lo que «mentalmente es tortura».
El expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, también ha sido víctima de las circunstancias carcelarias. Carolina Jackson, hija del empresario, indica que su padre ha perdido 30 libras y psicológicamente se encuentra «afectado por la muerte de su mamá y no poderse despedir. Preocupado y con angustia por su familia y su país».
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La madre de Aguerri, Hilda Chamorro Hurtado, falleció el 11 de octubre sin poder ver a su hijo, capturado por el régimen de Ortega el ocho de junio. Jackson menciona que los reos de conciencia no están bien y desconoce por qué no han tenido reporte de las revisiones médicas que le realizó el Instituto de Medicina Legal.
La demanda generalizada de los familiares de tienen parientes en las celdas de El Chipote es que se les permita el ingreso de frazadas y ropa de frío, ya que actualmente se cubren con toallas, que son insuficientes ante el cambio de temperatura que es característico de esta temporada. Solicitan les permitan ingresar biblias, el cese de las torturas y visitas más recurrentes. Continúan demandando su libertad e invitaron a la población a sumarse en ayuno y oración este jueves, 18 de noviembre. Claman por una «Navidad sin presos políticos».