El reciente informe presentado por Latinobarómetro muestra que a Nicaragua es el país de América Latina donde los ciudadanos tienen más temor de expresarse públicamente,. Además, el estudio arrojó que los ciudadanos de la región «ya no toleran los gobiernos que defienden los intereses de unos pocos, la concentración de la riqueza, la escasez de justicia, la debilidad de las garantías civiles y políticas, así como la tardanza en la construcción de garantías sociales».
En el caso de Nicaragua, la encuesta reflejó que el 53 % de los entrevistados no está tan satisfecho o muy satisfecho con el sistema actual al que se encuentra sometido el país bajo el régimen de Daniel Ortega. Entre los ciudadanos de 18 países de América Latina, los nicaragüenses son los que menos están dispuestos a expresar sus opiniones en público e incluso dentro de sus familias.
La encuesta destaca que América Latina no puede seguir tardando décadas en desmantelar las desigualdades y la discriminación. Afirma que los presidentes tienen la mitad de aprobación que tenían hace una década. «Los monstruos aparecen cuando hay cambio de época, porque no estamos solamente cambiando estatuas de Colón por un indígena, estamos ante una demanda de libertad que romperá todo lo que tiene que romper para llegar a puerto. El puerto se llama democracia plena y el camino son las calles llenas de ciudadanos protestando», destaca el documento de la encuestadora chilena.
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La autocensura de parte de los ciudadanos nicaragüenses, con 68 %, es el más alto dentro de Latinoamérica en comparación con países como Venezuela, con Nicolás Maduro que tiene un un 45%, y supera el silencio de los ecuatorianos que reporta un 62%, Brasil 61%, Honduras 61% y Guatemala 57%, apunta el informe presentado como resultado de la encuesta.
En cambio, Uruguay, con 74%, Costa Rica, con 67%; Chile 60%, Argentina 55%, Bolivia 54% y República Dominicana 50% son los que reflejan mayor puntuación en cuanto al respeto de los ejercicios democráticos.
En Nicaragua, un 68% de ciudadanos considera que las otras personas no expresan lo que realmente piensan en materia política por miedo a las represalias de las que podrían ser víctimas. Distintas organizaciones internacionales han condenado la represión a quienes no comparten la la línea del régimen de Daniel Ortega. Actualmente hay más de 150 presos políticos en las cárceles del país.
Según los datos del análisis, en Nicaragua hubo un alto apoyo a la democracia a finales de los años noventa. En 1998, 72%, pero «en este último período presidencial de Daniel Ortega es donde se ha registrado un deterioro mayor, llegando al 40% en 2017 cuando empieza este mandato actual».
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El estudio afirma que esta reducción del apoyo a la democracia en Nicaragua va de la mano del autoritarismo del régimen orteguista, reflejo de que el pueblo «no apoya la democracia a la Ortega más que la democracia en sí misma». El 21% de los encuestados sostienen que existe una democracia con grandes problemas y el 22.4% con leves problemas, pero el 54% estaría de acuerdo con un gobierno no democrático, pero que resuelva los problemas nacionales.
Latinobarómetro refleja que Nicaragua y Venezuela han decaído enormemente en cuanto a indicadores de democracia. «En Nicaragua desde la elección en 2017 de Daniel Ortega, que fue forzando las reglas de reelección del país, vienen cayendo los indicadores y muestran cómo se
comienza a profundizar el autoritarismo que desemboca en una dictadura. Venezuela ni siquiera es considerado con democracia pues se ha convertido en una total dictadura», subrayan.