El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, hizo un llamado a mantener la fe en tiempos «oscuros de la historia» y continuar luchando por el bien y la justicia. Durante su homilía de este domingo, cuatro de julio, el líder religioso también resaltó la labor de la iglesia Católica bajo circunstancias difíciles y sostuvo que debe mantenerse «firme» sin miedo a las amenazas y persecuciones.
«En las épocas más dolorosas y oscuras de la historia, no nos faltarán los profetas enviados por Dios (…) Los profetas denuncian el pecado, la injusticia y el mal, señalando todo lo que atenta contra la dignidad humana y destruye la fraternidad y la convivencia. La Iglesia y la sociedad necesitan profetas. Una Iglesia sin profetas se estanca y se vuelve indiferente y temerosa. Una sociedad sin profetas se vuelve injusta, cruel e inhumana», manifestó el obispo desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos.
Con base en el evangelio de este día que relata que, al volver Jesús a su ciudad de Nazaret, los habitantes lo recibieron escandalizados y prejuiciosos, dijo que «a veces nos ocurre lo mismo a nosotros. Tendemos a etiquetar a las personas por algo que han dicho o han hecho, nos dejamos llevar por prejuicios, no cuesta creer que las personas puedan cambiar. Todo esto daña mucho la convivencia».

Las palabras de monseñor llegan cuando el país pasa por una grave crisis sociopolítica, caracterizada por encarcelamientos de aspirantes presidenciales y líderes de la oposición considerados «rehenes políticos» del régimen de Daniel Ortega; así como un mayor acoso a la prensa independiente y exilios, mientras se esfuma la posible participación de partidos opositores fuertes y unidos.
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«A veces nosotros podemos sentirnos desilusionados cuando Dios no satisface nuestras expectativas. Sin embargo, la fe auténtica necesariamente pasa por la desilusión y se purifica cuando en los momentos más oscuros de la vida aprendemos a confiar en Dios y a dejarnos sorprender por él», dijo el prelado.
Agregó que «Jesús nos enseña a no desanimarnos en nuestro esfuerzo por hacer el bien y luchar por la justicia».
A la Iglesia le recordó que Jesús no desistió en ir adelante con su misión y «no hizo concesiones ni pactó con la incredulidad y la mediocridad». «Jesús le enseña también a la Iglesia a ser libre y firme en su misión profética, sin querer quedar bien con todo el mundo y sin atemorizarse por las amenazas y la persecución», sostuvo.
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«Después del rechazo sufrido en su ciudad de Nazaret, Jesús se fue a enseñar a los pueblos vecinos. Siguió adelante. Así es Dios. El Dios rechazado vuelve, una y otra vez, como palabra de luz y de vida», finalizó el líder religioso, crítico de la dictadura de Nicaragua, quien fue enviado a otra nación tras amenazas contra su integridad física.