Tras un mes de desaparecido, el mandatario Daniel Ortega volvió a la pantalla este miércoles, 23 de junio, en un acto partidario en el que aprovechó para acusar a los opositores y precandidatos presidenciales detenidos por su régimen de «criminales», y para adelantar sus ansias de dejarlos encarcelados de cara a las eventuales elecciones generales previstas para el siete de noviembre.
«Que se olviden estos que en Nicaragua no hay justicia», advirtió Ortega, mientras tiene en sus «mazmorras» a más de 20 opositores detenidos de manera arbitraria en las últimas tres semanas, señalados de «traidores a la patria».
Acusó a los opositores bajo el mismo argumento usado desde el levantamiento social de 2018, y justificó la persecución de su régimen negando que, los ahora presos políticos, son candidatos presidenciales.
«Dicen que (los presos) son candidatos, si aquí no se ha inscrito ningún candidato, no son candidatos, si ellos ni siquiera se unieron, aún cuando el embajador gringo y otros embajadores estaban buscando que se unieran y nunca se unieron. Ahí dicen que son candidatos. Aquí no estamos juzgando a políticos, no estamos juzgando a candidatos, (es) a criminales que han atentado contra el país, contra la seguridad del país, contra los ciudadanos, al intentar organizar otro atentado como el de 2018. Eso es lo que estamos investigando y eso es lo que se sancionará en su momento, tal y como lo mandan las leyes», se jactó Ortega, a pesar que los aspirantes presidenciales estaban en proceso de participar por ser el candidato único opositor, antes de la detención.
Les imputó ser parte de «una red que se venía denunciando hace rato, que venía conspirando» para cometer asesinatos y destrucción contra «símbolos» de su «régimen bueno». Y «los investigadores tenían que continuar investigando cómo llegaban esos fondos, como se trasegaban esos fondos (…) y teníamos que investigarlos en esa red y la red tiene nombres de personas, nombres de ONG», acusó.

«No es cuestión por que el que tiene más no lo puede tocar la Policía, no puede caer preso, porque pertenece a la alta sociedad, y que porque además de pertenecer a la alta sociedad es agente, empleado de buena gana del imperio yanqui, y conspira contra el país, conspira para derrocar al gobierno», añadió Ortega en referencia a sus antiguos aliados de la empresa privada.
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El dictador anticipó que, según la justicia de su régimen, «ahí van saliendo las pruebas, las evidencias».
«Y ahí están gritando los enemigos de Nicaragua: qué pobrecitos, que cómo es posible que estén detenidos, que cómo es posible que estén presos, que cómo es posible que estén procesados. Y lanzando campañas en contra de Nicaragua, campañas tras campañas y algunos países también atreviéndose a atacar a Nicaragua, cuando tienen el techo totalmente de vidrio, pero no solo el techo, el piso también lo tienen de vidrio, son países que están en total descomposición», señaló.

En esa acometida desestimó las sanciones de Estados Unidos contra su círculo de poder- acusado por delitos contra los derechos humanos y corrupción-, a pesar que en reiteradas ocasiones su régimen y países aliados han solicitado el levantamiento de las mismas. Ortega se ufanó ante sus seguidores diciendo que «ahí están de rodillas pidiendo sanciones, rogando sanciones ante el imperio yanqui. Piensan que con sanciones van a doblegar a Nicaragua».
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«Ya vamos a ver cuando la Fiscalía y el Poder Judicial presenten las pruebas de cuántos millones (de dólares) entraron para la muerte», adelantó.
Dijo que «dejen de estar con ese absurdo de que nos mandan a decir que los pongamos libres», al tiempo que minimizó su desmedida persecución contra opositores y periodistas.
«¿Le vamos a pedir nosotros a los Estados Unidos que ponga libres a los 400 norteamericanos que tiene presos, que quedaron después de los que llegaron a asaltar el Congreso de los Estados Unidos?. Son más de 400 ahí, y aquí están pegando gritos por 20», desdeñó.
«¡No hay ni un paso atrás, no habrá ni un paso atrás!», advirtió.
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Por otro lado, Ortega también aplaudió la aprobación de una resolución de la Asamblea General de la Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) que, este día, volvió a demandar el fin del embargo estadounidense contra Cuba, a la que se opusieron Estados Unidos e Israel.
«Solamente dos países votaron en contra… y tres países latinoamericanos sometidos al imperio, que antes votaban en contra del bloqueo, aun cuando siempre han estado sometidos al imperio, pero tenían la decencia de votar en contra, pero ahora se abstuvieron, no se atrevieron a votar con los Estados Unidos y con Israel, pero se abstuvieron», dijo el dictador.
Ortega, acompañado de su segunda al mando, Rosario Murillo, y un séquito de la Juventud Sandinista, se presentó en la Plaza de la Revolución para presidir el acto de homenaje a Carlos Fonseca Amador, en ocasión al 85 aniversario del natalicio del revolucionario y fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Señores no son solo 20 los opositores que están presos recuerden que hay más de100 en las cárceles sandinistas. O es que los demás no cuentan?
No es una amenaza, es un hecho. A este no le tiembla el pulso como dicen sus enemigos.