El aspirante a la Presidencia de la República de Nicaragua Félix Maradiaga está recluido en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial Nacional, conocidas como El Nuevo Chipote, un centro que ha cobrado fama por haberse convertido, desde su fundación, en una mazmorra de tortura y aislamiento contra opositores a la tiranía Ortega-Murillo.
En un comunicado, divulgado por el equipo de relaciones públicas de Maradiaga, se afirma que familiares del político detenido se presentaron a Auxilio Judicial para conocer sobre la situación del candidato de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), pero la Policía se negó a darles la información requerida. Además, los efectivos que custodian esas cárceles se negaron a pasarle alimentos y algunas medicinas que necesita el aspirante presidencial.
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Asimismo, señalan que, a pesar de haber sido golpeado, como lo atestigua su abogado, Róger Reyes, que estaba presente a la hora del violento arresto, no quisieron dar información sobre su estado de salud.
Temen torturas
El comunicado agrega que temen que el precandidato presidencial sea sometido a nuevas torturas, pues desde el momento de su captura, los uniformados del régimen lo trataron con excesiva violencia, golpeándolo al menos en dos ocasiones en el rostro.
«A la luz de los graves abusos físicos que Félix ha sufrido en el pasado, a manos de las fuerzas de seguridad del régimen, y el riesgo de que sea sometido a nuevas torturas, exigimos que la dictadura proporcione de inmediato pruebas de que Félix está vivo y que sea trasladado de inmediato a un hospital donde puedan acceder sus familiares y abogados», resalta el comunicado.
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De acuerdo con la información hasta ahora conocida, todo indica que el precandidato presidencial de la UNAB, luego de su detención al mediodía del martes, ocho de junio, fue trasladado directamente al Chipote.
Maradiaga fue apresado por la Policía de la dictadura Ortega-Murillo acusado, por el supuesto delito de «actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización, proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones», según indica el comunicado dado a conocer la el régimen al momento de la detención.
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Bajo esa misma acusación fueron detenidos los también precandidatos presidenciales Arturo Cruz y Juan Sebastián Chamorro, además de los dirigentes políticos Violeta Granera, de la UNAB, y el expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, mientras que la aspirante a la Presidencia Cristiana Chamorro está detenida con arresto domiciliario acusada por supuesto lavado de dinero.
