«¡Abril no se olvida! ¡La resistencia continúa!», esos fueron algunos de los lemas que más resonaron el 18 de abril de 2021 en el mundo. «Desde distintos continentes nos manifestamos», dicen los nicaragüenses que viven en el exterior y que desde cada lugar en el que se encuentran alzaron su voz para hacer las mismas demandas de justicia, libertad, democracia, no impunidad y la ansiada unidad de la oposición.
Hacen un trabajo colaborativo. De uno en uno se convierten en un semillero internacional para denunciar las injusticias del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la represión, los crímenes de lesa humanidad, la imposición de leyes severamente restrictivas, el asedio, demandan libertad para los ciudadanos que aún siguen encarcelados por protestar contra la dictadura y a los que les han fabricado delitos comunes para ser los rehenes de la dictadura. También, exponen la lucha de las madres de víctimas que siguen clamando por justicia.
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En el contexto de la rebelión de abril de 2018, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hubo 325 asesinados, más de dos mil heridos y centenares de presos políticos. Daniel Ortega se ha atornillado en el poder a través de sus órganos represores. Esa es la principal denuncia de la comunidad aglutinada en SOS Nicaragua o en la diáspora.
Con plantones, comunicados, marchas, representaciones artísticas, pronunciamientos, conversatorios, bailes folclóricos… así protestan desde sus trincheras. Cada uno con sus particularidades. Llegan hasta las embajadas o consulados dirigidos por funcionarios del régimen de Ortega o piden autorización para concentrarse en sitios emblemáticos de cada uno de los países o ciudades para hacer eco de la situación convulsa que vive Nicaragua.
Desde el grito de abril de 2018, ha habido especial empuje por retratar las acciones de la dictadura de Ortega. Costa Rica, donde hay un promedio de 60 mil exiliados nicaragüenses, según la Organización de Naciones Unidas; España, con actividades en ciudades como Madrid, Zaragoza y Bilbao, Estados Unidos, en particular en Los Ángeles y Miami, han destacado en esa lucha.
Pero también hay actividades en Panamá. Guatemala, Suiza, Alemania, Inglaterra, Francia; por mencionar algunos país. La mayoría de países que están en el «viejo continente» consideran que esa presión que hacen de poco en poco ha funcionado para que la Unión Europea, Suiza y Reino Unido hayan puesto los ojos en la lucha de los nicaragüenses para sancionar a funcionarios vinculados con la represión.
Marlon Mendoza destaca en las actividades que realiza SOS Nicaragua-Madrid, plataforma de la cual forma parte. Tiene 23 años de haber dejado su país de origen, pero en cada piquete, plantón o manifestación se le reconoce por llevar con orgullo su bandera, su traje típico y danzar la música folclórica. La creatividad la demuestra en su vestuario y hasta hace cursos de elaboración de máscaras para llevar el toque artístico a los eventos.
Mendoza calcula que desde la insurrección cívica al menos en la capital española han realizado 15 concentraciones. «Para mí es importante seguir en resistencia porque no van a callar la voz popular. Con el plantón del 18 de abril (2021), me siento feliz y seguro que la gente nicaragüense quiere un cambio y esa chispa de abril se ha convertido como una llama olímpica donde nos jugaremos el todo por el todo para ver a Nicaragua libre en justicia y libertad», reconoce orgulloso.
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«Instó a la unidad a todos los opositores y que desde ya hasta primeros de mayo despertemos con esa gran noticia de anhelo de unidad entre todos y pidamos ir a las urnas el 7 de noviembre y derrotar al tirano y su cúpula», insiste, en un llamado que ha sido reiterativo desde cada rincón donde hay una comunidad de nicaragüenses que se oponen al régimen.
Por su lado, Mariana Urcuyo, representante de los Autoconvocados de Bilbao, ciudad al norte de España, resalta que es «difícil» ver lo que pasa en Nicaragua. Lleva siete años fuera de su nación. «Lo vivimos con mucha pena y dolor (la represión contra los nicaragüenses). Lo vivimos con muchas limitaciones porque quisiéramos hacer más, quisiéramos apoyar más, pero también tenemos las propias limitaciones acá», pero sostiene que cada espacio es importante para mantener esa «alarma de que Nicaragua continúa demandando justicia, demandando libertad, porque sigue siendo secuestrada. Debería estar más en el ojo público internacional, pero desde Bilbao al menos hacemos el intento para que esto (la denuncia constante) se mantenga».
El 18 de abril de 2021, la plataforma SOS Nicaragua Europa realizó una transmisión de ocho horas con testimonios de madres de las víctimas de la represión, conexiones de diferentes puntos de ese continente y en el cual leyeron proclamas para abogar por una presión internacional para que el régimen promueva verdaderas reformas electorales que garanticen comicios transparentes.