Los resultados electorales en Ecuador son una campanada de alerta para la oposición en Nicaragua, otro espejo como el de Bolivia. La falta de unidad ha dado al traste con las propuestas democráticas, según analizaron dirigentes político luego de conocer que el Correísmo se alzó con la victoria en los comicios celebrados el domingo, siete de febrero, aunque deberá enfrentar a sus oponentes políticos en una segunda vuelta en abril, donde seguramente «será derrotado».
Juan Sebastián Chamorro, aspirante a la presidencia de Nicaragua por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), ahora formando parte de la plataforma Alianza Ciudadana con Ciudadanos Por la Libertad (CxL), aseguró que lo que ha ocurrido en Bolivia y en Ecuador no pasará en Nicaragua porque «yo soy un creyente que vamos a evitar ir desunidos» a las elecciones del próximo siete noviembre.
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«El resultado de la primera vuelta en las elecciones en Ecuador es el resultado de la incapacidad de haber forjado una alianza electoral que juntara a (Guillermo) Lasso (conservador), que representa la clase política más tradicional y a las comunidades indígenas representadas por Yakú Pérez. (El candidato de) Rafael Correa no tenía la simpatía de las clases políticas tradicionales ni de la indígena. Este elemento en común que tenían ellos (anticorreísmo) que pudo haber cimentado una alianza electoral no fue aprovechado, incluso un cuarto candidato logró acaparar un 16 por ciento. Eso indica que en una segunda vuelta, el correísmo va a perder. Sin embargo, la lección es que aquí en Nicaragua no hay segunda vuelta, se gana con un punto de diferencia», señaló Chamorro.

Recodó que para eso sirven las segundas vueltas electorales, para despejar dudas sobre ganadores contundentes en los procesos electorales «y es un tema de reformas electorales en Nicaragua. El ejemplo de Ecuador es una llamada de alerta, es un campana y hay que tomarla en cuenta. Hay que pensar en la mismo que decimos todos los días, una unidad amplia, sin distingos de ninguna índole. Soy un creyente que tenemos que evitar a toda costa ir a más de una banda (opositora) contra el orteguismo sino provocaremos lo que vimos en Ecuador y Bolivia», advirtió el miembro de la Alianza.
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En esa misma línea, opinó Félix Maradiaga, quien también tiene aspiraciones presidenciales. El representante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) llamó a «cerrar filas« de una vez por todas contra la dictadura y recalcó que no se deben repetir en Nicaragua los mismos errores de Bolivia y Ecuador.
«Dicen que nadie aprende en cabeza ajena. Ojalá nosotros sí aprendamos de las consecuencias que la división de la oposición ha tenido para otros movimientos democráticos en el continente. Ecuador es otra llamada de alerta sobre el grave peligro que la desunión significa para quienes luchan contra los autoritarismos. Antes, Bolivia y Venezuela también mostraron con dureza ese mismo aprendizaje, que nosotros en Nicaragua debemos asimilar como ejemplo de lo que no se debe hacer. Enfocarse en las diferencias más que en los consensos, es un error que en Nicaragua no podemos repetir», señaló Maradiaga.
El dirigente de la UNAB y de la Coalición Nacional (CN) agregó que «aquí hay que cerrar filas contra la dictadura, en un liderazgo unificado que sea ampliamente respaldado por la ciudadanía. Yo voy a seguir haciendo todo lo humanamente posible para que se dé esa unidad».
Por su parte, el director ejecutivo de la ACJD, José Dávila, aseveró que los resultados electorales de Ecuador deben ser asumidos como un llamado de atención a la oposición para que se unan de una vez.
«Tanto en lo de Bolivia como en lo de Ecuador, creo que el tema de la unidad afectó a algunos candidatos, pero veo otro tema más de fondo que es el de la propuesta, la oferta a la población, la forma en que se van a resolver los problemas de la gente, y eso definió en Bolivia, y me parece que igual lo decidió en Ecuador», apuntó Dávila.
Ecuador elegirá nuevo presidente el próximo 11 de abril, cuando se prevé celebrar la segunda vuelta electoral luego que no resultara un ganador contundente en primera vuelta. El candidato correísta Andrés Arauz, según las últimas cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 97,56% de las actas escrutadas, alcanzó el 32,20% de los sufragios en un proceso desarrollado el domingo siete de febrero. Participaron 16 candidatos presidenciales. Aún se disputaban el segundo lugar el líder indigena Yakú Pérez que contabilizaba poco más del 20 por ciento seguido muy de cerca por el banquero Guillermo Lasso que ya casi alcanzaba el 20 por ciento.