El dictador Daniel Ortega acusó abiertamente y sin tapujos de «mentirosas» a los familiares de los presos políticos porque denuncian torturas contra sus parientes en las celdas, y aseguró que las cárceles estás abiertas para que «puedan visitarlos cuando quieran».
Daniel Ortega habló durante el acto del 41 aniversario de fundación del Ministerio de Gobernación en el que condecoró y ascendió en grados a funcionarios de la Dirección General de Migración y Extranjería, de la Dirección General de Bomberos y del Sistema Penitenciario Nacional entre los que se destaca el ascenso al grado de Alcaide, que es el grado de los directores de centros penales a Iván Ruíz, quien fungió como director de la galería de máxima seguridad en el penal de La Modelo, conocida como «La 300», y uno de los principales señalados por torturas el las cárceles del régimen.
En un discurso que duró 52 minutos, Daniel Ortega recordó su época de preso en la celda 16, de La Modelo, donde, según agregó, había entre 120 y 150 prisioneros «ahí, durmiendo unos en el piso, a nosotros por ser prisioneros sandinistas nos lanzaban al piso», cuando fue condenado a guardar prisión tras ser capturado luego de ejecutar un asalto a un banco, en una operación que los sandinistas llamaban de «recuperación económica».
El dictador habló de la existencia de los «cabos de celda», de quien dijo eran prisioneros, al servicio de los funcionarios penitenciarios, quienes ejercían control con «un garrote» sobre los demás reos.
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Además trató de dibujar que las medidas que les impuso el somocismo eran tal que les prohibieron cantar y silbar dentro de la cárcel. Pero no mencionó que su régimen ahora prohíbe a los prisioneros políticos hasta cantar el Himno Nacional y tener una bandera de Nicaragua.
Al referirse a sus régimen, el jefe del Ejecutivo nicaragüense negó, y hasta se burló de las noticias que salen de las cárceles sobre lo que ocurre con los prisioneros políticos y dijo que la atención en las prisiones no se compara con la otra dictadura de los Somoza, contra la que el sandinismo se levantó en armas. «Qué diferencia con la atención que reciben hoy. Y ya sabemos cómo hay prisioneros que inventan que los están torturando, y están las puertas del Sistema Penitenciario, familiares de prisioneros, están abiertas las puertas de la cárcel para que los puedan visitar cuando quieran. Inventan que tienen cosidos los labios ¡Ya quisiera verlos con los labios cosidos! Simplemente inventan para tratar de hacer opinión en la OEA y en algunos países que fácilmente se prestar a ser también parte de la política intervencionista que ordenan los yanquis», fustigó.
«Las familias que tienen a prisioneros, las puertas están abiertas. Que vayan a ver que el hijo está bien, porque por otro lado está diciendo públicamente la familia que el hijo está muriéndose, y se le dice que vaya, y se le dice que vaya acompañada de organismos sociales, y no va, porque saben que todo lo que están diciendo es mentira. Y saben que si van acompañadas de organismos sociales quedan como mentirosas, ese es un eje que han tomado», además agregó que esas «mentiras» las vierten los familiares de los prisioneros políticos en «medios de comunicación pagados por el imperio», reconociendo, sin decirlo, que su dictadura sí tiene encarcelados por razones políticas.
Propuesto a justificar su régimen, el jefe de la tiranía pasó a cuestionar a los países que critican su dictadura. «Simplemente por que no aceptan que estos países busquen un poco de autonomía, un poco de respeto. No. Ellos se sienten con el poder de que por qué tienen una política colonialista, imperialista, la tienen algunos países europeos y ya no se diga el imperio yanqui», dijo Ortega tras cuestionar las sanciones impuestas por varios países del mundo que exigen respeto a los derechos humanos de los nicaragüenses.
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Como es costumbre en su perorata, el tirano hizo mención de las historias, retrocediendo en el tiempo hasta los «imperios», de la antigüedad como el imperio romano que «ordenó la crucifixión de Cristo» y de la colonización.
Igual que en otros discursos, se auxilió de historias bíblicas como tratando de hacerse ver como un mesías predestinado para «salvar» a sus gobernados. Dijo que «de niño también conocimos la historia de Moisés y las siete plagas de Egipto, y ese pueblo sometido, oprimido, desesperado, luego buscando cómo encontrar la Tierra Prometida, hasta atravesar el mar y recorrer desiertos, fíjense, lo que estamos viendo ahora no es más que la repetición de una historia, donde los pueblos, las naciones que tratan de desarrollarse con su propia identidad, son sometidos a los más poderosos, que tienen más recursos, que tienen más riquezas, que tienen más armamentos y que se sienten con el derecho de apoderarse del mundo entero».
Y agregó que «eso es lo que se repite ahora y donde el imperio yanqui sencillamente está ensañado no solo contra los pueblos a los que agrede de mil formas, sino que también contra el mismo pueblo norteamericano, el pueblo norteamericano ha sido agredido históricamente por ese sistema, desempleo, hambre, de familias norteamericanas, han estado ahí presente y no me canso de repetirlo como Darío, cuando pasó por Nueva York, y miraba los edificios de 50 pisos y las riquezas, pero ahí en las calles habían seres humanos que en la calle morían de frío, tiritaban de frío», prosiguió Ortega para tratar de victimizarse por las sanciones de Estados Unidos.
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Siguiendo con el hilo ya conocido de sus discursos, el dictador Ortega la emprendió contra los opositores a quienes volvió a tildar de «terroristas», y dijo que Estados Unidos es quien los financia. «Ahí están los recursos fluyendo para esas actividades terroristas».
Al referirse a las recién pasadas elecciones bolivianas llamó instrumento del imperio a la Organización de Estados Americanos y dijo que «hace un año, cuando Evo (Morales) era candidato a la presidencia, todas las encuestas daban la victoria para Evo, y estaba ahí ese organismo que ha sido instrumento de muerte de la política agresiva expansionista de los Estados Unidos, estaba ahí la OEA, y habían discusiones normales como se presentan en todas las elecciones, había cuestionamiento, no hay elecciones donde no haya cuestionamiento, ni se diga en Estados Unidos que no haya cuestionamientos…»
Continuó diciendo que «estábamos claros que esa elección la ganaba Evo y empezaron a cuestionar la elección, entonces vino la OEA, cumpliendo la tarea del imperio y dijo “estas elecciones están contaminadas, por lo tanto hay que repetirlas” y acompañado esto de un golpe de Estado contra el presidente Evo Morales. La Policía y el Ejército le dicen que tienen que irse, y Evo no tiene más remedio que irse a Argentina».
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«Pensaban que iban a ganar las elecciones y resulta que el número de votantes a favor del MAS (Movimiento Al Socialismo) y del presidente Luis Alberto Arce, y sí, ya le decimos presidente, porque ya antes, frente a la realidad, ya los partidos políticos se han pronunciado reconociendo qué partido ganó. Como la distancia es enorme, no hay margen para segunda vuelta. Ahí el que llega al 40%, ya ganó, pero en este caso, nuestros hermanos llegaron al 52% y un poquito más, entonces ya los segundos lugares y el tercer lugar ya reconocieron la victoria»,
«Y ahí la gran lección es que por muy poderoso que sea el imperialismo, sus instrumentos, los vendepatria, por muy instrumento que sea la OEA, hay momento en que la fuerza de los pueblos es tan poderosa y se levanta a través de los votos, de una manera que arrolla a los conspiradores, y hoy ha quedado demostrado quiénes mintieron hace un año cuando dijeron que había que anular las elecciones porque había un fraude para que ganara Evo», acusó Ortega.
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Y finalizó su discurso diciendo que «lo que se está demostrando es que esa mentira infame se cayó, y hoy hemos conversado con el hermano Evo Morales, y con Luis Alberto, presidente electo, y le hemos transmitido la alegría de nuestro pueblo, porque esta es la victoria de un pueblo que viene de nuestras raíces, y un pueblo que está demostrando que por muy poderoso que sea el imperio, muy poderosos que sean los medios de comunicación, que ahí mismo en Bolivia, y a nivel mundial, que la campaña en contra de Evo era mundial, cuando hay una decisión de los pueblos de vencer, entonces los pueblos alcanzan la victoria», al tiempo que felicitó a Evo Morales y al virtual presidente boliviano electo en los comicios del domingo.
El general cómplice, y el jefe d la policía orteguista deberían aprender. En Bolivia no obedecieron la orden d matar a su pueblo, como lo hicieron los asesinos d Nicaragua. La OEA, y cualquier organismo q avala esas elecciones, reconocen q realmente el pueblo decidió. Este moclimandante y la bruja no ganarían ni q nos pagaran a cada nicaragüense xq aquí estos asesinaron personas inocentes, y eso no tiene perdón
Este moclimandante cree q nos engaña. Ni su propia madre le cree el cuento d que los presos políticos están en la gloria. Y tampoco engaña a nadie d la comunidad internacional. Lo peor para este dúo d asesinos ladrones es q ni ellos ni sus hijos podrán alcanzar la presidencia con elecciones realmente libres. Y como esto lo tienen muy clarito, quieren permanecer x las armas, pero su final ya está dictado y no pueden evitarlo. Sólo han alargado su agonía, x eso vomitan odio contra quienes los adversan y contra las sanciones. Por eso vomitan heces fecales, xq ya no pueden ocultar el ardor d las sanciones
Cuánto Cinismo e Hipocresía. Cuando se destape la lucha de poder en el MAS de Bolivia vamos a ver qué dicen, cuando aparezca Lenin Moreno Boliviano.