Este sábado, cuatro de julio, se cumplen dos años de que paramilitares fuertemente armados y con bombas molotov llegaron en horas de la madrugada a la casa del exreo político Yubrank Suazo y le prendieron fuego, reduciendo a cenizas un taller de hamacas de manila, patrimonio de 40 años que tenían sus padres. Hasta la fecha no se ha hecho justicia.
Este delito en contra de la integridad de la familia Suazo se dio luego que 12 días antes la dictadura mandara a quitar las barricadas en la zona central de la ciudad de las flores, en el primer “plan limpieza” ejecutado por policías y paramilitares.
“Toda la zona norte de Masaya quedó desprotegida, luego que el 19 de junio (2018) Ortega mandó a quitar los tranques que el pueblo había levantado para evitar más crímenes, solo así pudieron entrar los delincuentes enviados por ellos para hacerle daño a mi familia”, dijo en esa ocasión el exreo político y actual miembro de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Yubrank Suazo.
Por su parte, Wilfredo Suazo, padre del excarcelado político, lamentó que toda una vida de arduo trabajo en la fabricación de hamacas de manila, haya terminado de esa manera. “Este es el pago que nos dio este gobierno luego de tanto trabajo y sacrificio, toda la vida hemos trabajado de manera honrada, nunca le hemos hecho daño a nadie, pero solo por no estar de acuerdo con una dictadura nos mandan a hacer esto», dice Wilfredo, quien asegura que «nos volveremos a levantar».
“Nuestra fe la depositamos en Dios”
“Pensó (el gobierno de Daniel Ortega) que no nos levantaríamos, que con su odio nos haría abandonar nuestros sueños, esperanzas y anhelos. Creyeron destruir una historia de valor, de arduo trabajo, herencia familiar y sobre todo perseverancia, pero no lo lograron, pretendieron callarnos y no pudieron”, expresó en su cuenta personal en Facebook Yubrank Suazo, quien estuvo nueve meses secuestrado en los calabozos del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, en Tipitapa, acusado por la justicia orteguista de terrorismo.
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Según Suazo, la única forma con la que él y su familia han salido adelante es con la ayuda de Dios. “Nuestra fe la depositamos en Dios y nuestras penas en María Santísima. Hoy gracias a la Divina Misericordia continuamos trabajando con la misma calidad y empeño que nos caracteriza, comprobado en 2007, cuando con mucho orgullo fuimos merecedores del premio Quality Crown, categoría Oro (galardón por fabricar hamacas que han sido las más cotizadas y promocionadas en el ámbito internacional)”.
“Gracias a todos ustedes por su solidaridad y apoyo en los momentos difíciles, pero infinitas gracias por sus oraciones, que es lo que nos ha sostenido en esta coyuntura. Hamacas “Vicente Suazo” continuará tejiendo junto al pueblo el futuro de Nicaragua”, refirió Yubrank Suazo, que luego de salir de la cárcel se ha dedicado al negocio familiar, confeccionando y vendiendo bolsos de manila.
“Esto es una herencia familiar que no podemos dejarla perder, gracias a Dios estamos vivos y dispuestos a seguir trabajando, no podemos perder el espíritu entusiasta y emprendedor que nos ha caracterizado y nos ha hecho objeto de reconocimiento nacional e internacional. Somos una familia unida y todos nos dedicamos al negocio de las hamacas, porque pese a las adversidades seguimos en pie”, concluyó el exreo político de Masaya.