La Policía al servicio de la dictadura de Daniel Ortega dejó en libertad a la joven opositora y miembro de la Asociación de Madres de Presos Políticos María Jesús Gómez, de 30 años, luego que fuera arrestada ilegalmente la mañana del lunes, dos de marzo, cuando se encontraba de visita en casa de su familia en la ciudad de Masaya.
Según Gómez, el arresto arbitrario se dio a las 11 de la mañana, mientras dormía. “Yo escuché bulla y a mis familiares llorando, me levanté y vi a varios policías en mi cuarto. Lo único que hice fue levantar mis manos, porque sabía que era a mí a la que buscaban. Los policías me dijeron que me tirara al piso y luego me montaron a una patrulla”.
También, la activista refirió que al momento de su captura fue secuestrado su padre Aquiles Javier Gómez, de 48 años, y su cuñado Walter Aburto Sandino, los cuales fueron traslados a la delegación de Masaya y posterior a la Dirección de Auxilio Judicial, conocido “como el nuevo Chipote”, en Managua. Sin embargo, el mismo lunes, ambos varones fueron liberados.
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“A mi padre lo golpearon, porque él reclamó a los policías la forma violenta como entraron a la casa, un oficial le pegó con un fusil AKA y procedieron a arrestarlo, pero gracias a Dios salió el mismo día.
La cuestionaron por “joder” a la dictadura
María Gómez dijo a Artículo 66, que el interrogatorio por parte de la Policía orteguista se basó en su participación en las protestas sociales y que además le advirtieron que dejara de andar “jodiendo” al gobierno de Daniel Ortega.
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“Los policías me decían que yo andaba jodiendo, que me habían visto en catedral de Managua, y que el 25 de febrero me vieron en Metrocentro. Me preguntaron por qué andaba con los familiares de presos políticos si yo no tengo ningún preso. Además, me cuestionaron de mi acompañamiento a las madres de presos políticos que estaban en huelga de hambre en la iglesia San Miguel, de Masaya”.
“Seguiré demandando justicia y libertad”
La opositora dijo a este medio de comunicación, que pese al hostigamiento y amenazas, seguirá demandando justicia y libertad para los presos políticos. “Seguiré en la lucha, porque soy una autoconvocada que lo único que he hecho es protestar de forma cívica”.
María Gómez se exilió en julio de 2018 en Costa Rica, luego que la dictadura orteguista ordenara el “plan limpieza” en la ciudad de Masaya, donde policías y paramilitares desmontaron a punta de balas los tranques, sin embargo, regresó a Nicaragua en abril de 2019, y ha participado en las protestas sociales, exigiendo justicia y libertad.
“Regresé del exilio para seguir exigiendo justicia, sé los riesgos que implica esta decisión, pero estoy dispuesta a seguir en la lucha y “jodiendo” a esta dictadura”, concluyó Gómez.
