Hasta el 31 de enero de 2016, la Policía Nacional no había hecho oficial el cierre de las comisarías de las mujeres en el país, pero ya se trabajaba en el traslado de equipos porque el Gobierno de Nicaragua lo había ordenado. Para los organismos feministas y las defensoras de los derechos humanos era un retroceso porque, de esta manera, iba a minizar los crímenes contra las mujeres.
Durante su alocución de mediodía, la vicepresidenta, primera dama y encargada de la secretaría de comunicación, Rosario Murillo, indicó que trabajan en el “relanzamiento” de las comisarías de la mujer para la próxima semana, la que será presentada junto a la campaña “Nicaragua libre de crímenes de odio y violencia contra las mujeres”.
“Estamos trabajando el plan especial para que nuestra Policía Nacional y todos podamos desarrollar y desatar una campaña importante: mujeres por la vida, mujeres paz y bien; las mujeres queremos vivir en armonía, queremos vivir en paz y sobre todo queremos asegurar nuestras vidas. Es una campaña especial que vamos a arrancar desde la próxima semana e incluso contemplando desde todas las unidades de ciudadanía del país se relance las comisarías de la mujer para que podamos poner nuestras denuncias cuando de alguna manera seamos agredidas las mujeres en esta patria que queremos libre de violencia”.
Murillo resaltó que se comprometen a atender la solicitud de las mujeres que sufren violencia; sin embargo, en su alocución del 30 de enero, justificó los crímenes de odio contra las mujeres como una “discordia entre parejas”; lo que para los grupos defensores de las mujeres es una burla a la realidad del país.
En 2019, Católicas por el Derecho a Decidir de Nicaragua y la Red de Mujeres Contra la Violencia (REMCV) documentaron 63 femicidios en el país, de los que ni la mitad fueron investigados ni procesados. En lo que va de 2020, registran seis femicidios, entre las que destacan varias menores de edad, quienes fueron secuestradas, torturadas y violadas.