La primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, aseguró en su acostumbrada alocución de mediodía, del miércoles, 2 de agosto, que en el país solo se han registrado 17 femicidios, y no los 48 que recuentan los movimientos de mujeres, y según la vocera gubernamental, esos crímenes son producto de la “discordia entre parejas”.
Murillo destacó que a pesar que la violencia y los crímenes contra las mujeres están a la orden del día, los números en Nicaragua son los más bajos de la región. “Hay una desgracia que estamos enfrentando todos los días, y es el azote de crímenes o delitos contra la vida, delitos que representan la falta de respeto a la vida de las mujeres. En nuestra Nicaragua tenemos números más bajos que en el resto de Centroamérica, no es ningún consuelo, porque no debe de existir ese crimen que es de lesa humanidad contra las mujeres”.
La vicepresidenta del régimen resaltó que la Policía trabaja para dar con el paradero de los femicidas y llevarlos ante la justicia. Sin embargo, omitió referirse a los casos donde las mujeres habían denunciado y estas no recibieron respuesta, y otros que están vinculados a violaciones o agresiones de grupos paramilitares, como de la misma institución del orden.
La vocera gubernamental explicó que “tenemos que del primero de enero al primero de octubre de este año han ocurrido 17 Femicidios, 3 menos que el año pasado (2018), pero tampoco es un consuelo; y la principal causa es la discordia entre parejas. Generalmente ese delito grave se comete dentro de las casas, de los 17 delitos 12 se han cometido dentro de las casas”.
La organización Católicas por el Derecho a Decidir, en los nueve meses de este 2019, contabiliza 48 casos de femicidios en Nicaragua, cifra que consideran alarmante en comparación a los 46 que se registraron en los mismos meses de 2018. Dentro de esos casos no se incluye el de la mujer estadounidense que fue asesinada de un balazo en la cabeza presuntamente por un paramilitar, en la ciudad de Matagalpa.
Martha Flores, miembro de este organismo, remarcó que “el aumento es evidente y deja al desnudo la complicidad que tiene el gobierno, ya que no protege la vida de las mujeres, sino que los casos quedan en la impunidad en un sistema machista y de violencia en el que estamos”.
Murillo finalizó afirmando que están trabajando con los pastores de las iglesias evangélicas para conocer el estado de los hogares e intervenir a tiempo. Los religiosos, sin embargo, promueven la “unidad familiar”, lo que expone a las mujeres a someterse a la violencia con tal de mantener la figura de familia impuesta socialmente.
Realmente que es lamentable estar discutiendo si la muerte de una mujer a manos de un hombre, es femicidio o no, la realidad es que aquí en Nicaragua no se respeta el derecho a la vida y el principal violador es el régimen Asesino y Criminal Genocida de Lesa Humanidad, ahora apetecen rasgsndose las vestiduras de que protegen y apuestan por la vida. Hipócritas y Cínicos. Todo asesinato de una mujer sea cual sea la causa es femicidio. A caso no se está dando muerte a una fémina?