El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) recurrió ante la Fiscalía General de la República para solicitar a esa institución del Estado que inicie un proceso investigativo por las agresiones recibidas contra la familia Reyes Alonso, el 25 de noviembre, en León, por parte de la Policía orteguista bajo la dirección del jefe departamental, Fidel Domínguez, considerado el verdugo de opositores en la ciudad universitaria.
El organismo en la carta entregada adjuntó un informe detallado sobre las agresiones y torturas de las que fue víctima la familia Reyes Alonso. El documento fue dirigido a Ana Julia Guido, Fiscal General de la República.
«Me dirijo a usted en nombre del Cenidh a fin de remitirle el informe de las agresiones cometidas contra la familia Reyes Alonso de León, por parte del jefe departamental de la Policía Nacional en León, comisionado mayor Fidel de Jesús Domínguez , con la petición expresa de iniciar de inmediato la investigación correspondiente para esclarecer las respectivas responsabilidades», cita la carta entregada al Ministerio Público.
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El organismo defensor de derechos humanos también presentó el informe ante las oficinas del Complejo Judicial Faustino Ruiz, sin embargo, las autoridades policiales no se lo recibieron. «Cabe destacar que el informe fue recibido de lo más normal en la Fiscalía, no así en las instalaciones de la Policía que nos hicieron esperar alrededor de 15 minutos para después salir a decir que nos iban a recibir, pero que no nos podían firmar formalmente el recibido de dicho documento», manifestó Norlan Gómez, abogado del Cenidh.
@cenidh presenta informe sobre las agresiones que padeció la familia Reyes Alonso de León el 25 de noviembre. pic.twitter.com/k93z9j0Nbb
— Cenidh (@cenidh) December 11, 2019
Por su parte, la presidente del Cenidh, Vilma Núñez de Escorcia, señaló que este informe ya está siendo del conocimiento de organismos internacionales defensores de derechos humanos y remarcó que agotarán todas las instancias internas correspondientes.
En el Complejo Judicial Faustino Ruiz, (plaza El Sol) los oficiales no recibieron el informe elaborado por el @cenidh, que recoge las agresiones y vejámenes que ha sufrido la familia Reyes Alonso de León. pic.twitter.com/fkTZ7Vpl5J
— Cenidh (@cenidh) December 11, 2019
«Definitivamente es parte del engranaje con el que el gobierno mantiene la impunidad de todos sus crímenes, nosotros cumplimos con nuestro deber de buscar como acceder a las instancias nacionales. Ellos (Fiscalía y la Policía) debieron haber procedido de inmediato. En primer lugar lo que cabía era que la Dirección de Asuntos Internos separara de su cargo a Fidel Domínguez y la tropa que participó con él en los hechos y una vez establecida la responsabilidad administrativa se debió dar baja deshonrosa y ponerlo a la orden de la Fiscalía para iniciar las investigaciones», manifestó Vilma Núñez a Artículo 66.
El 25 de noviembre la Policía orteguista de León irrumpió la casa de la familia Reyes Alonso. Al menos cuatro oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) llegaron armados con hachas para despedazar el portón principal y la vivienda.
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Después de haber entrado con violencia a la vivienda, el comisionado orteguista Fidel Domínguez golpeó y torturó a tres de los miembros, a quienes obligó a que declararan en vídeos, grabados contra su voluntad, que se comprometían a dejar de alzar su voz contra la tiranía. En los vídeos publicados por los mismos agentes se aprecia que todos los miembros de la familia estaban esposados.
Humillante y cobarde. Protegido por las armas, el jefe de la Policía de León, Fidel Domínguez obligó a la familia Alonso a grabar videos diciendo lo que él quiso que dijeran. Al mejor estilo fascista, el funcionario sometió a una familia de médicos reconocidos en esa ciudad. pic.twitter.com/V4HuRFVdsg
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) November 26, 2019
A Diego Reyes, cabeza de la familia torturada, el comisionado orteguista lo obligó a que dijera que no volvería a “filmar a la Policía cuando vengan ahí a hacer su presencia y estén ahí. No joder a los militantes ni al pueblo. No repetición y con la paz no se juega”.
