El doctor José Luis Borge Rayo, presidente de la Unidad Médica Nicaragüense, relató el horror que le hicieron vivir después que se dispusiera a brindarle asistencia médica a los familiares de presos políticos que habían iniciado una huelga de hambre en Catedral de Managua el 18 de noviembre. El profesional de la salud denunció ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que fue víctima de secuestro y torturas psicológicas por un grupos de civiles a quienes identifica como paramilitares.
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Borge señaló que el martes, 19 de noviembre, fue interceptado en el sector de Bello Horizonte y trasladado a un lugar donde permaneció encerrado hasta este jueves a las cinco de la mañana. «En el sector de la Taquiza fui interceptado por un vehículo donde iban tres varones y una mujer, me obligaron a subir con la cara tapada para que no viera dónde iba (…), el carro entró a un lugar donde había solo una cama y un baño y ahí estuve encerrado hasta el día hoy».
Durante estuvo encerrado los civiles le obligaron a revelar información de los contactos que tiene registrado en su teléfono celular. «Solo me logré comunicar con un familiar y le dije que estaba bien, que no me habían hecho absolutamente nada». Borge recuerda que la última frase que le dijeron los paramilitares fue; «Bueno doctor tuvo mucha suerte, hay desaparecidos que nunca van a aparecer», lo que él tradujo como una amenaza de muerte.
«En la molestia que tenía, les pregunté (a los paramilitares) qué maldita cosa es la que van a hacer conmigo, si me van a matar díganmelo ya y no me tengan más encerrado, y su respuesta fue que no tenían orden todavía. Hoy en la mañana, casi terminando la madrugada, me volvieron a sacar con la cara tapada y me fueron a dejar a un predio vacío que esta después de la Universidad Nacional Agraria y se fueron», concluyó
El abogado Pablo Cuevas, de la CPDH, lamentó lo sucedido al profesional de la salud y remarcó que en los últimos meses se han recrudecido los secuestros de ciudadanos que no comparten la administración de Ortega «afortunadamente no lo tatuaron» (con las siglas del FSLN).
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«Realizaremos las diligencias requeridas, es muy difícil este caso (…) informaremos sobre el caso a las instancias internacionales y pedir medidas de protección hacia el médico. Por imperio constitucional las autoridades están obligados a brindar protección a los ciudadanos pero acá están haciendo todo lo contrario», recalcó Cuevas.
Somos rehenes de unos paranoicos que de siente en dueños de nuestras vidas, se sienten derrotados y en su agonía tratan de intimidar para sentirse fuertes y que sus acólitos no se desmoralisen. Cuando tengan que rendir cuentas ante la justicia será su crujir de dientes.
Bueno esto ya es demasiado, estos actos de terrorismo, estilo sicarios, nazis, basta por favor COMUNIDAD INTERNACIONAL ENJUICIEN A ESTOS C0BARDES, DELINCUENTES