Esta semana, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de la Alcaldía de Managua, lanzó un concurso de pintura dirigido a niños de entre cinco y nueve años, para que representen la «vida y obra» de Augusto C. Sandino, la figura de la que se apropió el partido que hoy gobierna Nicaragua de manera dictatorial.
El concurso, que denominan «Sandino, inspiración de la niñez», según información publicada por los medios de la propaganda oficialista, no tiene otro objetivo más que promover entre los niños la figura de Sandino, para adoctrinarlos.
Las inscripciones para el supuesto concurso estarán abiertas desde el 9 y hasta el 22 de mayo. Y los premios para los tres primeros lugares son de tres mil, dos mil y mil córdobas respectivamente, para cada uno de los tres primeros lugares.
Pedro Pablo Castillo, director de cultura y patrimonio histórico de la Alcaldía de Managua, al intentar justificar el concurso que involucra a niños en una actividad claramente propagandística en favor del partido político de la dictadura, dijo que, el objetivo es «fomentar la creatividad y estimular la imaginación y la expresión artística de los niños.
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Para una maestra que trabaja en un colegio de Managua, resulta «odioso y repugnante» que estén adoctrinando a los niños en asuntos políticos, y peor si no son de familias sandinistas.
La maestra, que por razones de seguridad pidió no ser identificada, recordó que la estrategia de adoctrinamiento que impulsa el régimen sandinista se da en todas las esferas de la sociedad y más aún en el sistema educativo a todos los niveles, desde el preescolar hasta las universidades, donde obligan a los alumnos a rendirle tributo a los «héroes» sandinistas y sobre todo rendirle reverencias a las figuras de los dictadores Ortega y Murillo.
«Es repugnante ver cómo en las escuelas, en los barrios, en cada espacio público, con trabajadores pagados por el Estado, le meten a la fuerza a uno las figuras del sandinismo, y ahora resulta odioso ver que ni los niños pequeños se salvan del adoctrinamiento. Imagínate, ¿cómo vas a pedirle a un niño de cinco añitos que pinte el legado de Sandino?, ¡Eso es odioso!», dijo la maestra, visiblemente molesta.
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La docente recordó que muchos padres y madres que tienen a sus hijos en las escuelas públicas o permiten que sus hijos participen en algunas actividades de las casas de cultura, no son sandinistas, por tanto, rechazan que sus pequeños hijos estén siendo adoctrinados, pero no pueden reclamar porque se convertirían en blanco del acoso de los fanáticos sandinistas.
Otro reclamo que hace la docente capitalina es que, ese tipo de «concursos» se promueve con mayor énfasis en los barrios más empobrecidos de todos los departamentos del país, y eso significa que, de manera más repugnante aún, «la dictadura se aprovecha de las necesidades de la familias nicaragüenses» para ofrecerles pequeñas cantidades de dinero a cambio de permitir que sus niños sean adoctrinados.
