Siete madres de presos políticos cumplen cuatro días de estar en huelga de hambre en las instalaciones de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, luego que el jueves 14 de noviembre decidieran elevar su nivel de protesta y exigir a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo la libertad para 139 presos políticos.
Las madres y familiares que están en huelga de hambre, corresponden a los nombres de Diana Lacayo, de 42 años, madre Scanier Merlo; Martha Alvarado y Luisa Guevara, madre y esposa, respectivamente, de Melkissedex López; Suleyka Sánchez, esposa de Virgany Zavala; Flor Vargas, esposa de Fausto Antonio Ruiz; Heysell Palacios, hermana de Denis Javier Palacios y Karen Lacayo, hermana Edward Lacayo, conocido como “la Loba Feroz”.
Luego de estar cuatro días encerradas a causa del asedio y hostigamiento por parte de la Policía y turbas orteguistas, la condición física de las familiares de los presos políticos ha empezado a desmejorarse, a tal punto que el padre Edwin Román, párroco de la iglesia San Miguel Arcángel dijo a Artículo 66 que dos madres no se sienten bien de salud y “se han descompensado”.
“Las madres siguen firmes, están consientes que la lucha no es en vano, pero este asedio y aislamiento por parte de la Policía ha impedido que hagamos uso de recursos necesarios, como suero, agua, colchas, medicinas y alimentos para los que no estamos en huelga, pero que necesitamos comer saludablemente para estar estables”.
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Además, el padre Román denunció que el asedio policial y paramilitar orteguista continúa, a tal punto que multiplicaron la seguridad de todo el perímetro de la iglesia. “Hemos visto al comisionado Ramón Avellán, pasearse por toda la zona del frente (de la parroquia) y ayer (domingo) en la noche los fanáticos del gobierno vinieron a las afueras de la iglesia, pusieron música y ofendían”.
Padre Román se descompensó en dos ocasiones
En cuanto a la condición física del padre Edwin Román, este informó a este medio de comunicación que se ha descompensado en dos ocasiones, presenta dolor de cabeza y mareos. “Ayer me sentí mal y hoy a las cuatro de la madrugada me descompensé en dos ocasiones. Ayer no almorcé ni cene, a causa de la presión de no saber qué puede pasar con este asedio de la Policía, porque ayer anduvieron en el patio de un vecino”.

El estado de salud del padre Edwin Román se complica a cada momento, puesto que al padecer de diabetes necesita de medicinas y una alimentación adecuada, la cual la dictadura ha bloqueado y negado el acceso. “Tengo insulina, la tengo en agua porque no hay refrigeración, pero alimento adecuado no tengo. Gracias a Dios tenemos arroz y frijoles, pero para mi estado de salud eso no es bueno. Necesito frutas, verdura, agua embotellada”, refirió el párroco.
Familiares exigen que cese el asedio policial
Por su parte, Estelita Rodríguez, madre del preso político Edward Lacayo dijo, entre lágrimas, que esta situación la tiene angustiada porque ahora su hija, Karen Lacayo, hermana de “la “Loba feroz”, está en la iglesia San Miguel exigiendo libertad y justicia, pero en situación de extrema inseguridad.
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“Ahora no sólo pienso en mi hijo Edward (Lacayo), ahora estoy angustiada por mi hija Karen, quien está en huelga de hambre en la iglesia. Ayer hablé por teléfono con ella, me dijo que está bien, pero su voz está muy débil, los estragos de la huelga y la presión de la Policía están afectándola. Hago un llamado a la Cruz Roja Internacional para que tome cartas en el asunto e intervengan, no sólo por mi hija, sino por todos los que están en una demanda justa.
También, José Merlo Mendoza, exesposo de Diana Vanesa Lacayo, presidenta de las madres de presos políticos, quien está sumada a la huelga de hambre exigiendo justicia y libertad para su hijo Scanier Antonio Merlo, refirió estar preocupado por su estado de salud. “Queremos hablar con la Cruz Roja Internacional, queremos que atiendan la salud de las que están en huelga de hambre y de las personas que las acompañan. Tenemos entendido que todos están desgastados físicamente, necesitamos que los atiendan a lo inmediato “.
Según Lesly Rayo, de 38 años, madre del preso político Francisco Jiménez Rayo, que fue una de las que se sumó el primer día a la huelga de hambre, pero se retiró el mismo jueves, 14 de noviembre, refirió que “las madres quedaron fortalecidas, pero no sabíamos que la represión iba ser brutal. Yo me salí porque tenía que coordinar desde afuera. Tenemos miedo de que la represión continúe y las turbas quieran entrar a hacerles daño porque este gobierno no respeta. Nuestra lucha siempre ha sido justa y pacífica, a nadie le hacemos daño”.
Además de las siete familiares de los presos políticos, se sumaron a apoyarlas otras siete personas, entre ellos, el párroco Edwin Román, los exreo políticos Santiago Fajardo y Marlon Powell, una joven identificada como Cinthya María Gómez, doña Flor Ramírez, quien desde que estalló las prestas sociales ha estado firmes en apoyo a las madres; y la abogada defensora de derechos humanos Yonarqui Martínez.
Mientras los 14 ciudadanos están en la iglesia San Miguel Arcángel, orando y exigiendo libertad para los presos políticos, la Policía al servicio de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, junto a turbas orteguistas siguen asediando los alrededores y casas vecinas del templo religioso. Al cierre de esta edición, el asedio se ha triplicado, a tal punto que ubicaron retenes en todas las zonas que conducen a la iglesia. “Hacemos llamado a la comunidad internacional que no se olviden de nosotros, que no aparten sus ojos, porque queremos una Navidad sin presos políticos”, concluyó el padre Román.