La Conferencia de Provinciales de la Compañía de Jesús en América Latina emitió un comunicado denunciando la represión continuada que ha ejercido el régimen dictatorial de Daniel Ortega en Nicaragua, a la vez que ha llamado a la comunidad internacional a seguir ejerciendo presión diplomática contra el gobierno de Managua para se pueda “rescatar la democracia” del país centroamericano.
“Una auténtica masacre ensangrentó Nicaragua desde abril a agosto de 2018. Entre los meses de abril y mayo de ese año la población se adueñó de las calles de todo el país mientras el régimen se preparaba para aplastar las protestas a sangre y fuego; lo que hizo en el mes de agosto. Así, desde septiembre de año pasado (2018) Nicaragua sufre un estado de excepción o un estado de sitio de facto y el derramamiento de sangre no cesa. Ahora la masacre es por goteo”, denuncian los sacerdotes jesuitas de toda América Latina.
Los religiosos fustigan la falsa “paz” que profesa el régimen de Ortega y aseguran que constantemente se reciben denuncias de ejecuciones extrajudiciales, acoso contra opositores y recalcan que en el país se han cometido “crímenes de lesa humanidad”, tal y como lo comprobaron en su informe el Grupo de Expertos Independientes (GIEI) establecido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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“En Nicaragua, la represión por parte de agentes del régimen de Ortega-Murillo no ha cesado ni un solo día desde el 18 de abril de 2018. Ninguno de los excarcelados en 2019 ha sido verdaderamente liberado – tal como fue el compromiso firmado – porque sus expedientes siguen abiertos. Y se les asedia y acosa permanentemente en sus casas y en sus comunidades”, subraya la congregación religiosa católica que regenta en Managua la Universidad Centroamericana (UCA).
Las heridas tardarán en cerrar
La Compañía de Jesús asegura que la violencia estatal y la crisis económica a la que está sometiendo la dictadura de Ortega a la población nicaragüense son secuelas que llevarán mucho tiempo en superar; sin embargo, destacan que la lucha política del pueblo sigue inamovible dentro de principios pacíficos para lograr la efectiva democratización del país.
“Uno de los rasgos más valiosos de la rebelión desatada en abril de 2018 es determinación de una gran mayoría del pueblo nicaragüense de emprender, esta vez, una lucha pacífica y de resistencia cívica para cambiar el régimen. Pero es claro que se necesita el respaldo internacional, tanto de la sociedad civil y las organizaciones que luchan desde diversos campos por un mundo más justo, como de todos los gobiernos democráticos de América Latina y del mundo entero; solo así será posible el retorno de la libertad y la igualdad”, expresan los religiosos.
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Los jesuitas también se hacen eco de las denuncias contra la libertad de prensa y expresión en el país y tildan al régimen de Ortega como una tiranía inmisericorde que pretende sofocar la rebelión popular a costa del terrorismo de Estado.
“En promedio hay 2 asesinatos diarios en zonas del Norte (Las Segovias y Jinotega) de Nicaragua. Según el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, integrado por abogados que pertenecieron al CENIDH y tuvieron que huir al exilio en 2018, todos estos asesinatos ‘por sus características son ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias’. Los ejecutan paramilitares amparados por el Ejército; y así todo va quedando en la más absoluta impunidad”, subraya la congregación religiosa.
Elevar presión diplomática
La Compañía de Jesús hace un apremiante llamado a elevar la presión internacional para aislar a la dictadura nicaragüense. Especialmente, el llamado se hace a la Organización de Estados Americanos (OEA); para que mediante sus instituciones se logre apoyar una salida democrática y pacífica para el país.
“Desde la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe, junto con todos los compañeros en Nicaragua, y en solidaridad con todas las víctimas y con la mayoría del pueblo que resiste, no nos cansamos de denunciar las arbitrariedades del régimen Ortega-Murillo. Hacemos por lo tanto, de nuevo, un llamado a toda la comunidad internacional, particularmente a los miembros de la Organización de Estados Americanos, para que ejerzan sus mejores oficios a través de la diplomacia internacional y se tomen todas las medidas necesarias para rescatar la democracia en Nicaragua y para responsabilizar al régimen actual de los crímenes que ha cometido”, finalizan los sacerdotes católicos jesuitas de América Latina.
Primero deben depurar sus filas de abusadores de menores. “Candil de la calle oscuridad de su casa”
Gracias Padres y Hermanos Jesuitas por escuchar el clamor del pueblo de Nicaragua. Esperamos que ese apoyo se sienta también de El Vaticano y se le trate como dictadura al gobierno OrMu que sólo el terror ha engendrado.