Un estudio realizado por la organización Católicas por el Derecho a Decidir registra que en los últimos ocho meses 47 niños y niñas, seis adolescentes y 13 jóvenes mayores de 17 años han quedado huérfanos en el país a causa de los femicidios.
Para María Teresa Blandón, miembro del Movimiento Feminista de Nicaragua, el Estado debería de proteger primeramente a las mujeres y en el caso de los niños, niñas y adolescentes que han quedado huérfanos deberían de recibir atención psicológica porque vienen de ambientes violentos.
“Tendrían que desarrollar programas de atención a los niños huérfanos que en gerenal se quedan con otra mujer (…) El Gobierno no tiene ningún programa y no hace ningún esfuerzo por proteger a estas criaturas ni de reparar el daño del cual el mismo Estado es corresponsable”, explicó Blandón, quien además aseguró que la responsabilidad del Gobierno con las víctimas de “violencia machista” es investigar y procesar a los culpables.
Violencia causa daños irreparables
Entre las principales consecuencias que destaca Blandón es el suicidio por la falta de atención psicológica porque la mayoría fueron testigos y víctimas de la “violencia machista”.
“Mucho, antes de que asesinaran a sus madres ya habían sido testigos y víctimas de la violencia machista. Dejan traumas que no tienen solución aunque reciban terapias. La violencia que se ejerce contra los niños que son parte, que ven y que los vuelven testigos mudos de esa violencia los va acompañar para el resto de la vida y muchas veces es la causa de la depresión y de los suicidios”, manifestó especialista feminista.
De igual manera, Eveling Flores de la Red de Mujeres Contra la Violencia, detalló que muchos de los niños víctimas de violencia están expuestos a limitaciones económicas, ya que en la mayoría de los hogares sus madres se encargaban del sustento y de atender las necesidades de sus hijos.
Recalcó que la obligación del Gobierno es atender a estos niños y castigar a los culpables.
En lo que va del año los movimientos feministas del país registran más de 48 femicidios, la mayoría a manos de sus parejas y exparejas, de los cuales ninguno ha sido procesado hasta la fecha.