Fotos: La Prensa
Monseñor Silvio José Báez, quien fungió por diez años como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, partió hoy a primeras horas de la mañana rumbo a Miami, Estados Unidos, en una escala que hará en ese país para visitar a su familia, antes de proseguir su viaje hacia Roma, donde el papa Francisco lo ha convocado para trabajar en la Curia Romana.
¡Un saludo cariñoso desde el aeropuerto de Managua! En obediencia al Papa Francisco estoy saliendo del país hacia Roma. Pasaré esta semana con mi familia en Miami. ¡Los llevo en mi corazón y en mis oraciones! ¡Que el Señor los bendiga y bendiga a Nicaragua! ??
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 23 de abril de 2019
“Yo vine a Nicaragua hace diez años, casi como un desconocido porque desde 1979 yo no vivía acá. Aquí nadie me conocía. Me tenía que estar presentando en cada parroquia y después de diez años; no puedo salir ni a la puerta de la casa porque me conoce toda Nicaragua”, manifestó el obispo Báez, al recordar su retorno al país convertido en auxiliar de la capital, en abril de 2009.
El jerarca católico aseguró que se va del país con dolor en el corazón, pero lo hace en un acto de obediencia y fidelidad al papa Francisco y a la Iglesia Católica.
“Me duele irme pero como hombre de Iglesia y como hombre de fe, quiero seguir los caminos de Dios a través de la mediación del papa Francisco. Llevo a todo el pueblo de Nicaragua en mi corazón”, expresó el líder religioso, visiblemente emocionado en el Aeropuerto Internacional de Managua.
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Báez manifestó que “las veces que sea necesario” le dirá al papa Francisco su visión sobre la realidad nacional, desde su punto de vista, para que el máximo líder de la Iglesia católica esté informado sobre lo que ocurre en el país.
“Lo que yo les puedo decir, es que yo estaré siempre al lado del pueblo de Nicaragua; y como obispo y pastor, nunca me voy a olvidar de esta gente tan linda”, subrayó el sacerdote.
Carta al episcopado
Báez fue despedido en la terminal aérea por miembros de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) y algunos miembros de las cámaras empresariales de Nicaragua; como Juan Sebastián Chamorro y Lucy Valenti.
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En la despedida fue notoria la ausencia del arzobispo Leopoldo Brenes, quién jerárquicamente era superior de Báez en Nicaragua. Tampoco lo despidió algún otro miembro de la Curia Arzobispal ni tampoco alguna comitiva de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
“Solamente pude hablar con monseñor Mata (obispo de Estelí) y el cardenal (Brenes); pero a los obispos les dejé un mensaje escrito. Ustedes oyeron las declaraciones que (monseñor Mata) dio en Confidencial. Monseñor Mata comparte conmigo la incomprensión de esta decisión, el dolor de la misma pero como hombres de Iglesia aceptamos la voluntad del papa y confiamos que los caminos de Dios vamos por las sendas más seguras”, destacó monseñor Báez.
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El líder religioso aseguró llevar el corazón destrozado por tener que dejar el país pero que va “sereno y en paz” porque está siempre disponible para servir a Dios y a la Iglesia católica dónde se le envíe.
“Cuando me toque volver algún día, si vuelvo, pues seguiré siempre en medio de mi pueblo; sintiéndome orgullosamente nicaragüense y buscando lo mejor como pastor, como cristiano; para éste pueblo. Quiero que el pueblo de Nicaragua me recuerde así, como un amigo”, dijo Báez.
Su deseo para Nicaragua
Báez expresó que su mayor deseo para el país es que algún día impere la justicia social de donde brota la paz auténtica. Donde las diferencias de pensamiento e ideología no sean un obstáculo y donde se pongan los recursos del país al servicio de los más desfavorecidos de la sociedad.
“No es que no quisiera (que me vinieran a despedir), porque he tenido temor que si la gente viniera en masa aquí al Aeropuerto, podían exponerse demasiado. Ustedes saben la cantidad de peligros que representa un grupo manifestándose y no quería que la gente se expusiera. Mi corazón está muy dolido por la gente que ha sufrido, por los nicaragüenses que han muerto, por los que son reprimidos constantemente y no quería que con ocasión de mi viaje, ocurriera algo que me hiciera todavía más dolorosa esta partida”, explicó Báez al ser cuestionado por qué no reveló ni el día ni la hora en que saldría del país.
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Sobre el régimen orteguista, manifestó que “no tienen voluntad de nada, sólo quieren quedarse en el poder indefinidamente”.
También envió un saludo a los medios de comunicación independientes, pidiéndoles mantenerse siempre en la verdad y la valentía. También envió un mensaje de ánimo para los nicaragüenses injustamente encarcelados por motivos políticos.
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“Mi último pensamiento en la eucaristía del domingo de Resurrección fue para mis hermanos y hermanas que están presos por razones políticas en las cárceles (…) Su libertad nunca debió ser arrebatada. Hoy leí una carta de Irlanda Jerez en nombre de todos y yo me voy con el corazón en lágrimas porque desde la cárcel los presos políticos me han agradecido. No tienen nada que agradecer los presos políticos; somos nosotros los que tenemos que agradecerles a ellos por resistir y por enseñarnos a ser héroes de la patria”, finalizó monseñor Báez, quién aseguró que no dejará de estar pendiente de Nicaragua.
*SILVIO AMIGO*
*Silvio amigo, el pueblo te acompaña en tu camino que nos lleva a la libertad. Silvio amigo, el pueblo se va contigo recorriendo los senderos que lo conduzcan a alcanzar su libertad.
Silvio amigo, el pueblo queda contigo luchando siempre por lograr su libertad. Silvio amigo, tu corazón entristecido será consolado cuando alcancemos la libertad.
Silvio amigo, puedes irte en paz y tranquilo que el pueblo no se cansará de luchar por su libertad.
Silvio amigo, te llevas al pueblo en tu corazón y tú te quedas en el corazón del pueblo tocando el son de la libertad.
Silvio amigo, damos gracias a Dios por haber reconocido en ti un discípulo de Cristo en la lucha por nuestra libertad. Silvio amigo, quedamos con el corazón partido por tu involuntario retiro en la lucha por nuestra libertad.
Silvio amigo, quedamos compungidos pero con vos comprometidos en la lucha por la libertad.
Silvio amigo, al igual que el tuyo nuestro corazón está adolorido porque nos separan del gran amigo del pueblo que lucha por su verdadera libertad.
Silvio amigo, está pronto tu retorno para que juntos celebremos de tu pueblo su libertad.
Silvio amigo, no te vas te obligan a irte pero no importa porque tú a nuestro lado siempre estarás en nuestra lucha por la libertad.
Silvio amigo, sólo eso te decimos, Silvio amigo… tu pueblo no te olvidará jamás y un monumento te levantará cuando alcance su libertad.*