Sin acuerdos sobre democracia y justicia terminó el segundo plazo que se estableció en la mesa de negociación entre la dictadura de Daniel Ortega y la opositora Alianza Cívica, para encontrarle una solución a la profunda crisis de legitimidad que tiene el régimen sandinista, después de haber desatado una sangrienta represión que acabó con la vida de más de 325 nicaragüenses, según lo certificaron los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
Ortega se atrincheró en no permitir el adelanto de elecciones ni abrir la posibilidad de que su dictadura responda por los asesinatos, secuestros, violaciones o desapariciones, registradas después del 18 de abril, tal y como lo ha demandado la sociedad nicaragüense, como única solución a la crisis que desencadenó el tirano, después que abrió fuego contra la población desarmada.
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Según los voceros de la Alianza Cívica, el plazo se venció “sin encontrar consenso en estos puntos que son indispensables para lograr un resultado que nos permita superar la profunda crisis sociopolítica del país”. Los negociadores opositores, sin embargo, informaron que dejaron la propuesta “sobre estos temas en la mesa”, sin cerrar tajantemente las pláticas con la dictadura.
Los negociadores de la Alianza Cívica adelantaron que la coalición “enfocará su trabajo en el seguimiento y cumplimiento de los acuerdos alcanzados hasta la fecha”, que incluyen la liberación de los presos políticos bajo el auspicio de la Cruz Roja Internacional y el respeto de las garantías constitucionales de los nicaragüenses, incluyendo el derecho a la libre movilización, respeto a la libertad de prensa, devolución de los medios de comunicación confiscados y la devolución de las personerías jurídicas de las nueve organizaciones no gubernamentales que fueron desmanteladas abusivamente. Todos estos compromisos ya fueron firmados por el tirano.
Decisión “correcta” y “comprensible” de la Alianza
El anuncio de la Alianza Cívica de terminar el diálogo, pero “dejar una puerta” para seguir negociando, fue aplaudido por unos y criticado, con rudeza, por otros.
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Violeta Granera, es coordinadora nacional del Frente Amplio por la Democracia (FAD) y miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB). Granera considera como “correcta” la posición de la Alianza.
La dirigente política aplaudió que la mesa de negociación haya logrado “dos acuerdos importantísimos firmados por el régimen, que es la liberación de los presos políticos y el cese de la represión con las garantías constitucionales para la ciudadanía”.
Además valoró que “el empeño de la dictadura de no querer avanzar en temas claves como la justicia y la democracia, refuerzan la posibilidad de que se incrementen las sanciones internacionales, pero nos da el margen para que nosotros en Nicaragua sigamos con la presión nacional, por que el pueblo de Nicaragua ha demostrado que va a seguir movilizándose, pero también porque la Comunidad Internacional está cada vez más convencida que Ortega es el factor de caos en Nicaragua”.
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Por su parte, el exdiputado Eliseo Núñez interpretó que la Alianza Cívica ha dejado “un canal abierto” para la negociación, “que va a permitir que el régimen muestre si tiene voluntad de solucionar la crisis o no”.
El político también valora como “comprensible” la postura de la Alianza de no tirar la puerta y salirse de las pláticas. “Ese es el papel que tiene que jugar la Alianza, llevar esto hasta el punto donde Ortega muestre su intransigencia. Si Ortega sigue cerrado la gente va a volver a las calles y con su cerrazón, lo que está buscando es que luego va a tener que negociar en peores condiciones”.
Núñez considera que Ortega quizá no cedió ahora, “ni creo que ceda en la siguiente semana, pero va a terminar cediendo porque su situación es insostenible. Ya Ortega solo se sostiene por las balas y la represión. No tiene nada más que inventar, no tiene dinero de los rusos, no tiene dinero de los chinos, no tiene más camino que seguir reprimiendo, pero ya ni eso, porque se reprime para causar terror, pero él ya más bien está causando es mucho enojo, está metiéndole más calor a la olla de presión, que va a volver a estallar”, vaticinó el político.
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“Ortega comete el error de creer que se va a poder sostener en el tiempo. No se va a poder sostener en el tiempo. Lo único que puede hacer es causar más daño al país, y más daño a los opositores, pero no va a poder gobernar, no va a poder mejorar el país y también va a pulverizar cualquier aspiración de su partido (el FSLN)”, adelantó Núñez.
Ortega está perdiendo su oportunidad
El exdiputado Eliseo Núñez también considera que con el fracaso de esta negociación, por la intransigencia de Ortega, el tirano está perdiendo una oportunidad de tener una salida con mejores condiciones, que incluyan la permanencia de su partido como opción política.
“Él (Ortega) cree que si pierde el poder pierde su libertad y su seguridad. Solo manteniéndose en el poder se sienten seguro, cuando realmente si él negocia, él puede seguir en este país y puede su partido seguir siendo opción política. Sin duda alguien va a tener que pagar el costo de la fiesta, y su fiesta fue sangrienta. Él sabe que va a haber justicia y por eso es que él se niega a abandonar el poder. Pero si él logra negociar y sigue siendo opción política, ese balance le puede servir para encontrar una salida”, analiza Núñez.
De momento, interpreta Núñez, el dictador “ha apostado por dos cosas, por destruir la economía y navegar entre escombros, y por mantenerse en el poder a sangre y fuego”.
Realmente que Eliseo Núñez está fuera de sintonía, quien en este país va aceptar que estos Genocidas sigan en el país si son elementos de desestabilización, deben pulgar sus crímenes, lo más que pueden en este momento es que sus hijas aún siendo culpables también de los crímenes salgan limpia de los juicios a que será sometida la pareja de Asesinos y Criminales, sus hijos y todo el círculo de Asesinos y Criminales que les rodea y todos los encapuchados que se prestaron a ser verdugos del pueblo. La policía no sirve ni el ejército hipócrita que deberá desaparecer una vez que caiga la doctora, que lastima que el ejército salga en peores condiciones en que salió la guardia nacional de Somoza. Vamos hasta la Victoria Final, hay que dar al traste con estos Genocidas. VIVA NICARAGUA LIBRE!!!
Tiene razon la Alianza