La mañana de este domingo, 04 de noviembre; los alrededores de la Catedral Metropolitana de Managua fueron tomados por antimotines de la Policía orteguista, quienes se apostaron en esa zona para intimidar a los ciudadanos autoconvocados que en los últimos dos domingos han llegado hasta ese templo católico para escuchar las homilías y participar de las misas en las que se pide por la liberación de los presos y presas políticas, que según organismos de derechos humanos nacionales ya suman 522.
Los antimotines llegaron fuertemente armados y trasladados en patrullas de la institución policial, camionetas y autobuses. El régimen de Daniel Ortega ha emprendido una campaña en contra de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. El presidente de Nicaragua los ha llamado “golpistas” y de estar confabulados con grupos opositores para derrocar a su administración, lo que ha llevado a fanáticos a agredir y amenazar de muerte a líderes católicos.
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Ante la criminalización de las protestas que ha declarado la Policía orteguista, los autoconvocados han encontrado en la Catedral un espacio para alzar la bandera azul y blanco. A las misas, han llegado acompañados de velas, carteles con los nombres de los asesinados y con fotografías de los presos o secuestrados por la dictadura. Al mismo tiempo, aprovechan para corear consignas y pedir justicia y libertad para Nicaragua.
