La estrategia gubernamental de recolectar firmas para “presionar” a la Santa Sede para que se removiera de su puesto al obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio José Báez, parece no haber obtenido respaldo popular.
Representantes de la autodenominada “comunidad San Pablo” de la colonia 14 de Septiembre de Managua, en una rueda de prensa con medios de comunicación propiedad de la pareja presidencial, expresaron que entregaron a la Nunciatura Apostólica unas 284 mil firmas contra el Obispo Silvio Báez.
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Pese a que los medios orteguistas insisten en que la carta, salida de las manos de Rosario Murillo, es “de las comunidades católicas”, ninguna de las parroquias del país apoyó la misiva que descalifica el trabajo pastoral que desarrolla el obispo Silvio José Báez en Nicaragua desde marzo de 2009.
“Como Pueblo ofendido, agraviado y amenazado constantemente por la labor malévola e impropia de Monseñor Silvio Báez, cuyos frutos son bien conocidos dentro y fuera del País, pedimos a Dios y al Espíritu Santo, iluminen Sus Reflexiones, Santo Padre, para que la Iglesia y las Comunidades Cristianas de nuestra Nicaragua, recuperemos Armonía, Tranquilidad y Feligresía que pueda confiar en sus Pastores, y ser animada por ellos para caminar construyendo Paz y Armonía”, señala la misiva, que lleva el lenguaje endulcorado y pseudo-cristiano que utiliza la primera dama de la República en sus comunicaciones oficiales.
En diversas partes del país, medios de comunicación independientes señalaron que el régimen orteguista, a través de los distintos ministerios y entes autónomos del Estado de Nicaragua, hacían firma la carta contra Monseñor Báez bajo la premisa que, quién no firmaba, sería despedido de forma expedita.
“Me acaban de escribir de Nicaragua, y me dicen que el día de hoy le pidieron a los trabajadores públicos firmar una carta contra Monseñor Silvio Báez. La persona que firmó está con cargos de conciencia”, manifestó a Artículo 66 un sacerdote nicaragüense, que reside en el extranjero.
El religioso manifestó que mientras a los empleados públicos se les exigía firmar la carta contra el obispo auxiliar de Managua, el ministro a cargo de esa cartera pública, hablaba “pestes” de Monseñor Silvio José Báez.
“Ayer, el ministro convocó a todos los empleados y habló horrores de Monseñor Báez. Pobre gente. Les obligan a ir en contra de la Iglesia. Esa persona (empleado público) está destruida por eso”, denunció el sacerdote católico, bajo la condición de anonimato.
La “recolección de firmas” parece que no fue una estrategia efectiva, puesto que la carta contra el obispo Silvio José Báez recibió menos apoyo que el recibido por la “petición de justicia contra el terrorismo golpista” que fue exhibida con pompas por Daniel Ortega y Rosario Murillo en un acto político partidario en la Avenida Bolívar, celebrado el pasado 29 de agosto.
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En esa ocasión, Ortega mostró varias cajas que contenían firmas de más de 534,000 nicaragüenses apoyando la propuesta gubernamental de “justicia contra terroristas” y atacó con virulencia a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU-DDHH), tras la publicación del informe que señala las reiteradas violaciones a derechos fundamentales de los nicaragüenses por el régimen desde el inicio de la crisis socio-política el 18 de abril.
Igualmente que sucedió en la carta contra Báez, en la petición de “justicia contra los golpistas”, – recolectada por los cuadros políticos del régimen en los barrios e instituciones estatales-, se denunciaron presiones contra los empleados públicos para firmar y respaldar la propuesta gubernamental.
En términos numéricos, la carta orteguista contra Monseñor Silvio José Báez recibió 250 mil firmas menos que la exigencia de justicia para las víctimas del denominado “terrorismo golpista”.
También la cifra es reveladora si se compara con el Anuario Estadístico Pontificio que publica todos los años la agencia de noticias y propaganda de la Santa Sede “FIDE”, quién para el año 2017 consignaba que 5,1 millones de nicaragüenses estaban bautizados como miembros pertenecientes dentro de la Iglesia Católica.
El pueblo esta a favor de Monseñor Báez, aunque no soy católica reconozco que es un hombre que está al lado del pueblo y que ha dado la cara sin medir los riesgos que corre. Dios lo bendiga y lo guarde de esta gente malvada y les de el castigo que merecen.
También utiliza la falsa ortografía de la “primera”dama””, ¡otra “prueba”! 13 fallas en el uso de mayúsculas, donde las reglas del español demandan minúsculas.
El 25 de octubre el Somocismorteguismo creo una petición en el sitio change.org, dizque exigiéndole al Papa Francisco remover a Monseñor Báez, que hasta ahora no ha logrado pasar de las 1,224 firmas. Dos días después, el 27 de octubre, el pueblo católico creó otra petición, también al Papa, solo que esta vez pidiéndole que ascienda a Cardenal a Báez con 9,547 firmas, es decir, casi 8 veces más que las firmas espúreas que han “logrado recoger”, los especialista en guerra ideológica del Carmen. ¿Cómo les quedó el ojo doña Chayo? ¿Les falló el cálculo, verdad? Están tan desesperados por revertir el descrédito que tan bien se ganaron con la comunidad internacional, que creen que utilizando la misma estrategia de recolección de firmas amañadas con las que nos impusieron sindicatos blancos y personas de su agrado les va a dar resultados, pero se jodieron porque a la iglesia no ha habido uno que le gane y si se la ganan, ahí está Dios esperando turno para enseñarles a no meterse de forma perversa y malintencionada con sus hijos y para que aprendan quién es el que realmente manda en Nicaragua.
Definitivamente que el que escribió esa misiva necesita volver a los cursos básicos de español jajaja mayúsculas por todas partes!! Como le agradezco a mi querida profesora Odilia Ñurinda, ella fue una excelente docente en mis clases de secundaria.