Hasta el 17 de agosto, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) registró 185 personas desaparecidas tras la detención por parte de la policía orteguista o grupos paramilitares identificados como ‘policías voluntarios’ en palabras del presidente Daniel Ortega.
Ese dato, a la fecha, se ha reducido a ocho personas desaparecidas luego que el protocolo de investigación del Cenidh, que incluye entrevistas o visitas a familiares, cárceles, hospitales y el Instituto de Medicina Legal (IML), evidenciara que estaban presos y en el peor de los casos muertos.
En el Día Internacional de las Víctimas de las Desapariciones Forzadas, el Cenidh, mediante un comunicado, exigió al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo que “cese con la práctica perversa de desaparecer personas” y la represión que ha dejado centenares de víctimas de violación de derechos humanos.
“Exigimos al gobierno de Ortega-Murillo que cese con la práctica perversa de desaparecer personas no solo para infundir terror en la población, sus familiares y comunidades enteras, sino para incrementar la inseguridad ciudadana y silenciar al pueblo de Nicaragua que a través de su derecho a la manifestación y la protesta pacífica exige respeto a sus derechos humanos, justicia y democracia”.
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Madres tras pista de sus hijos en una búsqueda angustiante
Dos meses van a cumplirse desde que Josué Joel, de 16 años, fue secuestrado por una docena de hombres armados y encapuchados con pasamontañas que llegaron en tres camionetas a sacarlo como si fuera un delincuente de alto calibre.
Ante el terror, Josué se escondió bajo su cama, pero salió cuando los sujetos amenazaron con arma a su madre, luego de haber realizado varios disparos a lo interno del hogar. El adolescente corrió, sin embargo los sujetos lo siguieron a punta de disparos en las calles del barrio.
No se sabe si lo detuvieron o lo asesinaron. Algunos vecinos reiteran que lo montaron ensangrentado a una de las camionetas. El delito de Josué y de su familia es para los encapuchados haber “apoyado las marchas azul y blanco”, dice su madre.
Entre organizaciones los datos sobre personas desaparecidas no coinciden. No hay una cifra exacta. Hasta el 27 de julio, la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) reportaba 595 mientras que la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) registraba 120.
Pronunciamiento íntegro del Cenidh
ONU registra desapariciones forzadas en su informe
Aunque si queda claro que desde que inició la rebelión cívica de abril se han registrado casos de personas desaparecidas y esto ha sido retomado en el informe “Violaciones a los Derechos Humanos y abusos en el contexto de las protestas en Nicaragua” de la Misión del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (OACNUDH) entre el 18 de abril y el 18 de agosto.
“La OACNUDH ha recibido varias denuncias desde el inicio de la crisis de desapariciones forzadas de personas detenidas por la Policía y elementos armados progubernamentales, cuyo paradero sigue siendo desconocido o que fueron desaparecidas temporalmente”, indica el documento.
La OACNUDH indica, incluso, que Medardo Mairena, Pedro Mena, Christian Fajardo y María Adilia Peralta fueron víctimas de una desaparición forzada por un periodo de tiempo. Los cuatro fueron puestos a disposición de autoridades judiciales más allá del plazo de 48 horas que establece la ley nacional.