Daniel Ortega acusó a España, a la Unión Europea y al Parlamento Europeo de “fascistas”, “nazis” e “instrumentos de la política colonialista” de Estados Unidos. De los líderes españoles dijo que son “los descendientes del franquismo”. Ortega, además, aprovechó para apuntar contra la prensa extranjera, acusándolos de “espías”.
El régimen aplicó a los corresponsales internacionales la misma censura que utiliza a lo interno del país, impidiéndoles la entrada a Nicaragua y no acreditándolos para cubrir las recientes votaciones.
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La Asamblea Legislativa de El Salvador, de amplia mayoría oficialista, rechazó las acciones del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que “opacaron” el proceso electoral en ese país celebrado el pasado 7 de noviembre.
En el documento se señala que “las acciones ejecutadas por el presidente Daniel Ortega opacaron el proceso electoral, careciendo de todas las garantías democráticas, anulando la integridad del mismo por medio de acciones de encarcelamiento y acoso hacia los opositores y la ciudadanía”.
También se exhorta a la comunidad internacional a “mantenerse vigilantes y críticos, y pronunciarse en repudio de las acciones de los países en la región en donde verdaderamente existen violaciones a los derechos humanos”.
Familiares de opositores encarcelados en “El Nuevo Chipote” y en el Sistema Penitenciario Nacional expresaron su indignación ante los insultos de Daniel Ortega en contra de sus parientes.
Los familiares de las personas presas políticas calificaron las declaraciones de “lamentables, llenas de odio, perversidad y misoginia” que “no son aceptables en boca de una autoridad política” y solo pretenden negar la humanidad de los detenidos y justificar los abusos cometidos contra ellos. Los familiares también manifestaron su preocupación por las eventuales consecuencias que pudieran provocar las palabras de Ortega sobre la vida e integridad de los opositores.
Estados Unidos manifestó que “no responderán a todas las declaraciones ridículas de Ortega”, luego que el dictador arremetiera, una vez más, en contra del Gobierno norteamericano.
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Ricardo Zúniga, secretario adjunto para Latinoamérica del Departamento de Estado, ignoró las ofensas y sostuvo que Ortega consolidó el domingo, siete de noviembre, «su control autocrático sobre el pueblo nicaragüense al llevar a cabo una farsa electoral y autoadjudicarse un cuarto mandato consecutivo». El funcionario estadounidense calificó de “dictadura” a la administración de Ortega e instó a los países miembros de la OEA a dar una “respuesta contundente” a lo sucedido en el país.
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Guillermo Osorno, el excandidato presidencial y dirigente del partido Camino Cristiano, apareció desconociendo los resultados de las votaciones de su antiguo aliado, Daniel Ortega. El pastor evangélico se mostró molesto con las cifras oficiales que le otorgaron un tercer lugar con un 3.30% de los votos totales ganados, lo que le aseguró un escaño en la Asamblea Nacional.
Según Osorno, su partido se merecía el segundo lugar, y, en medio de su inconformidad, decidió delatar las irregularidades de los partidarios de Ortega. Mientras adulaba a Ortega, le solicitó que declare nulas estas elecciones y realice unas nuevas junto a las municipales. Pese a las irregularidades, la organización aún no decide si aceptarán la diputación.
El exseguidor del Frente Sandinista, Geovani López Acevedo, conocido como “Tropikong”, volvió a ser tendencia en las redes sociales por evidenciar el rechazo de los nicaragüenses a las viciadas elecciones del régimen de Daniel Ortega.
El joven identificado como “influencer sandinista”, que hace un año fue sacado a empujones del acto partidario del 19 de julio solo por transmitir en vivo a través de su página de Facebook, reapareció denunciando que los CPC andaban desesperados detrás de los militantes, obligándolos a asistir a las urnas. López asegura que ni siquiera él votó el siete de noviembre, a pesar que también lo llegaron a buscar a la puerta de su casa.