El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) emitió un comunicado este jueves, 21 de octubre, donde condena las detenciones «arbitrarias e ilegales» de su presidente, Michael Healy, y su vicepresidente, Álvaro Vargas. Los dos directivos habían recibido citatoria para «entrevistas» en la Fiscalía. A Healy le reprogramaron la cita y posteriormente lo arrestaron. Mientras que a Vargas ni siquiera lo dejaron llegar al Ministerio Público y decidieron arrestarlo en su casa.
El gremio empresarial, que había preferido guardar silencio ante la nueva escalada represiva iniciada en mayo de 2021, rompió el silencio y señaló que esas acciones represivas de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo evidencian «un ataque directo» a la empresa privada y sus principales dirigentes.
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Los recientes hechos «no contribuyen a la paz y a la seguridad que todos los ciudadanos anhelamos y tenemos derechos conforme a nuestra Constitución Política y conforme a los Tratados Internacionales de Derechos Humanos suscritos por Nicaragua», resalta el Cosep.
El empresario y opositor, Michael Healy fue interceptado por la Policía subordinada a la dictadura de Ortega-Murillo mientras se trasladaba a su domicilio. Los oficiales también, tienen detenido a su conductor Wilber Alberto Alvarado Molina.
Mientras que, el presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Álvaro Vargas, fue detenido en su casa. Ambos dirigentes fueron citados por el Ministerio Público en calidad de «entrevistados».
El Cosep exige la inmediata liberación de ambos empresarios y de su expresidente, José Adán Aguerri, quien cumple 135 días retenido en las cárceles de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ). «Nicaragua necesita respeto a los derechos humanos y democracia», remarcó el organismo.