El senador del estado de Florida ante la Cámara Alta de Estados Unidos, Marco Rubio, consideró que, el régimen orteguista no le dará importancia a lo que digan figuras internacionales como el papa Francisco porque «Daniel Ortega está senil» y «Rosario Murillo está loca».
El 13 de diciembre de 2023, Marco Rubio anunció que, de manera personal, le envió una carta al líder del Vaticano, en donde pidió que «interceda por la liberación de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa», quien lleva más de 500 días encarcelado por el régimen orteguista. Desde esa fecha, la dictadura de los Ortega-Murillo secuestró a 19 religiosos a través de toda Nicaragua. Actualmente, el paradero de los miembros de la Iglesia católica es desconocido.
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Casi un mes después del envío de su carta, precisamente el 11 de enero de 2024, el senador de Florida fue entrevistado por Claudia Gurisatti, periodista del medio NTN24. Al ser recordado de la situación en Nicaragua, Marco Rubio comentó que su carta aún está sin respuesta. Sin embargo, el político expresó su alegría por la respuesta pública que dio el papa Francisco por la situación vivida en Nicaragua.
Para Rubio, lo importante a considerar con el tema de Nicaragua es que «la represión ni el sistema dictatorial se ha detenido» y, aseguró que «la familia Ortega-Murillo está en el proceso de crear una dinastía». Especificó que, en la línea de sucesión, primero estaría la vicepresidenta Rosario Murillo y después «su hijo», aunque no especificó nombre.
«El objetivo de los miembros de la familia de Daniel Ortega es establecerse en el poder», recalcó el político, «por lo tanto, ven a la Iglesia católica como algo que le da otro pensamiento al pueblo, otra cosa a la que tenerle lealtad, algo que no van a permitir». De acuerdo al senador, el régimen no permitirá a ningún partido político ni a ninguna institución de la sociedad civil que pueda competir con su dinastía.
A Marco Rubio le causó intriga el siguiente paso del papa Francisco, por que, según dijo, al régimen «no le importa el tema de la religión ni los derechos, ya han demostrado que están dispuestos a encarcelar y maltratar a los sacerdotes solo por oponerse a ellos». Sin embargo, expresó que duda que la respuesta del líder religioso haga efecto, ya que «él (Daniel Ortega), está senil, mientras que ella (Rosario Murillo), está loca».
El heredero de la dinastía y los religiosos desaparecidos
Desde el 2023, uno de los hijos de la pareja presidencial ha recibido atribuciones por parte de sus padres para firmar, en nombre del Estado de Nicaragua, en tratados y reuniones con aliados del régimen como China y Rusia. Para la oposición, la presencia de Laureano Ortega es «una muestra más que los Ortega-Murillo están tratando de instaurar en el país un proyecto dinástico peor que el de la dictadura somocista, misma que los sandinistas derrocaron a finales de los años 70».
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Por otro lado, el matrimonio dictatorial le recetó a la Iglesia católica como navidad y año nuevo el secuestro de 19 sacerdotes, más uno que ya estaba encarcelado; por lo que suman 20 los religiosos que inician el 2024 en las mazmorras de la tiranía Ortega-Murillo.
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Uno de los sacerdotes secuestrados fue el obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora, quien, junto a monseñor Álvarez, representan a dos obispos encarcelados por el régimen. Sumado al obispo Mora, fueron encarcelados dos seminaristas y, aproximadamente 16 sacerdotes.