A la 1:30 de la tarde del seis de abril de este año, la Policía se estacionó frente a la casa de Olesia Muñoz Pavón, una excarcelada política. Al abrir la puerta, Carmen Muñoz, una de sus hermanas, se encontró con cerca de 15 policías y un paramilitar. Los uniformados le dijeron que deseaban hablar con Olesia. Posteriormente, la opositora fue llevada por los agentes para una «entrevista». Desde entonces, ha estado detenida.
La Unidad Nacional Azul y Blanco está llevando a cabo una campaña en las redes sociales para dar voz y visibilidad a las personas capturadas por el régimen orteguista. A través de su cuenta en X, la organización escribió: «Olesia Múñoz Pavón fue secuestrada el 6 de abril de 2023 y condenada a 10 años de prisión por ‘menoscabo y propagación de noticias falsas’».
«Olesia Muñoz Pavón, de 51 años, era conocida por cantar en la parroquia de Santa Ana en el municipio de Niquinohomo, donde también enseñaba piano. En julio de 2018 fue secuestrada y liberada en 2019, bajo la ley de Amnistía», según la excarcelada política Evelyn Pinto.
«El Jueves Santo, 6 de abril de este año, Olesia fue secuestrada nuevamente en su hogar por dos patrullas de la policía. Posteriormente, el 17 de agosto, fue condenada a 10 años de prisión por menoscabo y propagación de noticias falsas. En la actualidad, está recluida en el penal ‘La Esperanza’, en una celda de máxima seguridad en condiciones inhumanas. Además, Olesia padece hipertensión y diabetes», denunció Pinto.
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El Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas afirmó que el deterioro físico de Muñoz se debe a las condiciones inhumanas a las que ha sido sometida desde su detención el 6 de abril de este año. Durante los primeros tres meses de su detención, Olesia estuvo desaparecida debido a que ocultaron su paradero hasta que le permitieron una visita familiar. En este período, su salud se deterioró drásticamente al no recibir la atención médica adecuada.
Además, se conoció que la presa política se encuentra recluida en una celda sin ventilación adecuada, en condiciones de higiene precarias y carece de los servicios básicos necesarios. Esto ha provocado una significativa pérdida de peso y complicaciones en su salud.
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Arrestada hace cinco años
La primera vez que Muñoz fue encarcelada fue en 2018, durante el inicio de las protestas sociales. Ahora, cinco años después, permanece nuevamente encarcelada en «La Esperanza» tras su secuestro el pasado 6 de abril, en Semana Santa, cuando oficiales de la Policía llegaron a su casa y la detuvieron mientras se preparaba para ir a la iglesia.
Inicialmente, estuvo recluida en el Distrito III de Managua, de donde la trasladaron debido a la insalubridad de las celdas. Al llegar a «La Esperanza», requirió asistencia médica por síntomas como diarrea, vómitos y hongos en los pies, además de su diabetes y posiblemente desnutrición, debido a la mala alimentación proporcionada por los carceleros.
En mayo pasado, Olesia fue acusada por la justicia al servicio de Daniel Ortega por los supuestos delitos de «traición a la patria» y «ciberdelitos», junto con el periodista nicaragüense Victor Ticay. Sus familiares lamentan el calvario que enfrenta la opositora, afirmando que ya había sido recluida injustamente cuando fue condenada por presuntos actos terroristas que nunca le probaron.
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«Instamos al pueblo de Nicaragua a unirse en la exigencia de libertad para los presos políticos. ¡Libertad para Olesia!», concluyó Evelyn Pinto en el vídeo publicado en la cuenta de X de la Unidad Nacional Azul y Blanco.
Hasta la fecha, se cuentan más de noventa y cinco presos políticos encarcelados por el régimen orteguista. Sus familiares y diversas organizaciones opositoras exigen libertad y justicia para todos ellos.