La eliminación, por parte de la dictadura Ortega-Murillo, y traspaso al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), del dinero del «fondo de retiro» que mantenían los funcionarios del Poder Judicial, es simplemente «un robo» porque ese dinero era aportado por cada uno de los trabajadores de sus salarios, por tanto esos fondos son privados y deben ser regresados a sus dueños, exponen analistas consultados por Artículo 66.
El jueves, 23 de mayo, la Asamblea Nacional, siguiendo órdenes del dictador Daniel Ortega, reformó las leyes 501, «Ley de Carrera Judicial» y 260, «Ley Orgánica del Poder Judicial», mediante lo cual eliminó una doble pensión que tenían magistrados y jueces de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que era financiado por recursos estatales e ingresos de esa institución, pero también eliminó un «fondo de retiro» que era financiado con aportaciones provenientes del salario de los propios funcionarios que tenían derecho a ese beneficio, de conformidad con el convenio colectivo.
Esta maniobra de la dictadura, según analistas, es una acción para someter aún más a ese poder del estado a la voluntad de los dictadores.
El abogado y analista político opositor en el exilio Eliseo Núñez valora que, todo ese proceso emprendido por la dictadura es ilegal, aunque lo haya hecho mediante una ley de reforma aprobada en el legislativo, porque decidió sobre dinero privado.
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«Ese dinero (del fondo de retiro) era propiedad de quienes han venido cotizando en ese sistema paralelo (a la seguridad social). El hecho de que fuese algo al margen del INSS, no lo convertía en ilegal, eso es como una pensión privada, como algo que puedes comprar con un banco, es un producto financiero más y estaba dentro del convenio colectivo», analizó Núñez.
El abogado opina que, si la dictadura quiere terminar de manera correcta con este sistema implementado en el Poder Judicial, lo que tiene que hacer es «devolverle a cada persona lo que cotizó y tendrían derecho nada más a hacer uso de la parte que aportó la patronal en este modelo, pero quitarle a la gente lo que le quitaron de su salario es simplemente robarle, no tiene otro nombre».
Por su parte, la dirigente opositora desterrada y desnacionalizada por la dictadura Dora Marca Téllez en primer lugar reconoce que «en realidad los funcionarios de la CSJ, los magistrados y un grupo de funcionarios del Poder Judicial, tenían doble sistema de retiro y el problema es que ese doble sistema de retiro dependía en todo caso del Presupuesto General de la República».
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En ese sentido, Téllez opina que «es conveniente que haya un solo sistema de seguridad social», pues no ve ninguna razón por la cual unos funcionarios del gobierno deban tener unas pensiones con otra calidad de tratamiento que el que tienen los trabajadores en general.
No obstante, la dirigente opositora también reconoce que en el fondo de retiro había aportaciones de muchos funcionarios, con dinero personal y por ello sostiene que, «si no les devuelven su dinero, pues estarían cometiendo un robo en su contra».
Téllez señala que, los funcionarios que están siendo robados por el régimen Ortega-Murillo, con la complicidad de los 91 diputados que aprobaron las reformas las a leyes del Poder Judicial «tienen que exigir que les devuelvan el dinero que iban aportando, con intereses, puesto que ese dinero depositado en una cuenta de ahorro, gana intereses en cualquier banco. Tiene que haber una devolución del dinero y que además se les paguen sus intereses», sentenció la excomandante guerrillera, ahora en la oposición.
Ejército y Policía tendrían que unificarse al INSS
Durante la aprobación de las reformas a las leyes del Poder Judicial con las cuales anularon la doble pensión y el fondo de retiro de esa institución, los diputados argumentaron que, en Nicaragua, de conformidad con las leyes, la única institución facultada para administrar fondos de pensiones es el INSS. Además reforzaron su justificación sentenciando que, eliminaron esas «pensiones paralelas» porque, de conformidad con la Constitución Política de la República, «todos somos iguales ante la Ley».
Ese argumento, que en términos de los juristas es como «sentar jurisprudencia», pone en peligro a los institutos de pensiones de la Policía y el Ejército.
En ese ámbito, Téllez recuerda que esos dos sistemas (de pensiones) todavía quedan fuera del INSS. Se trata del Instituto de Previsión Social Militar (IPSM) que establece también unos fondos de pensiones especiales para altos oficiales, no para todos los soldados, y el de la Policía.
Criticó además que, «los soldados ni siquiera tienen seguridad social como tal». Siguiendo el argumento que expusieron los diputados sandinistas y sus colaboradores, Téllez considera que, entonces, tendrían que «unificarse el del Ejército e igual el de la Policía».
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Deberá haber «un sistema de seguridad social que tiene que ser único, no debería haber ninguna diferenciación, porque después hay alguien que haya sido soldado en el ejército, que salga el ejército y sale sin pensión, sale sin seguridad social, sale sin cobertura», sostiene la excomandante guerrillera.
«Las pensiones del IPSM, hasta donde yo conozco, solamente atendían a los oficiales de alta graduación y en la Policía el fondo de pensiones alimentan negocios que maneja la Policía, todos esos son negocios oscuros, que no tienen ninguna transparencia, igual como los que ha tenido el INSS durante muchos años, que son negocios que no tienen transparencia. Es decir, invierten los fondos de los asegurados y pensionistas sin ninguna transparencia, ese es el problema de fondo, que no se está tocado en este punto», agregó.
Asimismo, señaló que, si la dictadura quiere salvar al INSS del naufragio, dado que esa institución es «un desastre», el asunto no es solo unificar los sistemas de pensiones, sino tocar el tema de fondo que es «en qué se está utilizando el dinero de los fondos de pensiones, porque hay mucho de esos fondos de pensiones y de ese dinero que se está utilizando en una burocracia y se ha invertido en negocio de los cuales se hacen millonarios algunas personas, todas vinculadas al régimen, pero que no tiene transparencia de ninguna especie».
