El arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo José Brenes, aseguró que todas las cuentas de la Iglesia están en orden y están listos para responder a las acusaciones de supuesto lavado de dinero que le achaca el régimen Ortega-Murillo. Asimismo, dijo desconocer que la Policía orteguista haya encontrado dinero en alguna parroquia.
El líder de la Iglesia católica en Nicaragua, en declaraciones brindadas el sábado 27 de mayo, al medio de comunicación digital Despacho 505; confirmó el congelamiento de las cuentas bancarias de la institución religiosa, pero que no conocían la acusación que les hace la Policía, y fue hasta que vio las noticias en los medios de comunicación que se enteró del señalamiento de supuesto lavado de dinero que les hace el régimen.
«Me habían dicho de la suspensión de las cuentas, pero no sé si a la Presidencia le han informado otra cosa. Solo lo de las cuentas de las parroquias, y eso es lo que estamos viendo», expresó el cardenal Brenes al medio digital, luego de conocerse el comunicado oficial donde aseguran que encontraron «cientos de miles de dólares» en algunas diócesis y que habían «descubierto una red de lavado de dinero» en esas instituciones.
Brenes aseguró que desconoce totalmente que la Policía haya encontrado en alguna iglesia, bolsas con cientos de miles de dólares como aseguran en el comunicado policial del sábado. La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) máxima autoridad eclesial, aún no emite ningún comunicado.
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Por su parte, las redes de colaboradores que se distribuyen en todo el país, para vigilar y reportar las actividades represivas de la dictadura, no han reportado ningún allanamiento de iglesias.
El arzobispo indicó que están procesando la información que van recibiendo, sobre todo la acusación de lavado de dinero, porque apenas la están conociendo por las noticias, pero no han recibido ninguna comunicación oficial del Gobierno, tampoco les han notificado que hayan encontrado dinero en algún templo ni que haya descubierto una supuesta red de lavado de dinero dentro de la institución religiosa.
Igualmente, informó que todos los obispos estarían analizando los señalamientos que hace la Policía, pero adelantó que todas las cuentas de la institución están en orden.
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De igual forma, aseguró que todas las iglesias del país seguirán trabajando porque «el trabajo de la Iglesia es la evangelización».
La dictadura Ortega-Murillo ha escaldado la represión contra la Iglesia católica. Recientemente encarceló a tres sacerdotes pertenecientes a las Diócesis de Matagalpa y Estelí, administradas por el obispo rehén político del régimen, monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel por supuesta traición a la patria.