La familia de la expresidenta nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro informó este sábado, 14 de junio, que la misa por su descanso eterno se celebrará el próximo lunes, 16 de junio de 2025, a las 12:00 del mediodía en el Templo Votivo del Sagrado Corazón de Jesús, en San José, Costa Rica. Para llegar a esta parroquia, puede seguir enlace por Google Maps AQUÍ.

En el mismo comunicado, los familiares expresaron su agradecimiento por las muestras de cariño y acompañamiento recibidas desde el anuncio del fallecimiento de doña Violeta. Además, hicieron un llamado a quienes deseen rendir homenaje a su memoria para que, en lugar de enviar ofrendas florales, consideren realizar una donación a la obra de Sor María Romero, beata nicaragüense de la congregación salesiana Hijas de María Auxiliadora.
Doña Violeta falleció rodeada de su familia
La expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, quien gobernó Nicaragua entre 1990 y 1997 tras derrotar en las urnas a Daniel Ortega en las elecciones de 1990, falleció la madrugada de este 14 de junio en San José, Costa Rica, a los 95 años. La noticia fue confirmada por sus hijos a través de un comunicado en el que señalaron que doña Violeta «falleció en paz, rodeada del cariño y del amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuido extraordinario, y ahora se encuentra en la paz del Señor».
En ese mismo mensaje, la familia subrayó que no se contempla una repatriación inmediata de sus restos. «Sus restos descansarán temporalmente en San José, Costa Rica, hasta que Nicaragua vuelva a ser República, y su legado patriótico pueda ser honrado en un país libre y democrático».
El legado de una mujer histórica
Violeta Barrios de Chamorro fue la primera mujer presidenta de Nicaragua y de América Latina elegida democráticamente. Llegó al poder tras derrotar en las urnas a Daniel Ortega en las elecciones de 1990, encabezando la coalición Unión Nacional Opositora (UNO). Su triunfo marcó el fin de una década de guerra civil entre la dictadura sandinista y la contra armada por Estados Unidos, y dio inicio a un proceso de transición democrática y reconciliación nacional.
Viuda del mártir de las libertades públicas, el periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal —asesinado por la dictadura somocista en 1978—, Doña Violeta fue un símbolo de dignidad, moderación y valentía en tiempos de crisis. Su figura, austera y serena, logró aglutinar a una oposición heterogénea y profundamente dividida, y lideró con mano firme el complejo proceso de desmilitarización, pacificación y reconstrucción económica del país.
Durante su mandato (1990-1997), enfrentó enormes desafíos, incluyendo una economía colapsada, un ejército aún bajo el control del sandinismo y la presión de sectores radicales que exigían justicia sin transiciones. Pese a las críticas, logró preservar la paz, garantizar la alternancia democrática y sentar las bases de la institucionalidad republicana.
Su retiro de la política activa no borró su influencia. Doña Violeta fue reconocida a nivel internacional como una figura trascendental en la historia democrática latinoamericana. Su imagen quedó asociada a la posibilidad de un país reconciliado, gobernado desde el respeto a la libertad y la dignidad de sus ciudadanos.
Su fallecimiento ocurre mientras Nicaragua atraviesa una nueva etapa de represión, exilio y supresión de derechos. El régimen que ella derrotó en las urnas ha vuelto al poder desde 2007, bajo la férrea dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En ese contexto, el gesto de la familia de conservar sus restos en el exilio hasta que Nicaragua «vuelva a ser República» subraya el carácter político y simbólico de su legado.
Doña Violeta Barrios de Chamorro deja un vacío inmenso en la historia de Nicaragua, pero también un ejemplo luminoso de integridad, decencia y amor por la patria.
Su exilio en Costa Rica por el acoso sandinista
La expresidenta Violeta Barrios de Chamorro fue trasladada a Costa Rica en junio de 2021, en medio del acoso político y represión creciente por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra sus hijos y contra la Fundación que llevaba su nombre.
El traslado ocurrió luego de que la Fundación Violeta Barrios de Chamorro —dedicada a la promoción del periodismo independiente— anunciara su cierre el 4 de febrero de 2021, para no someterse a la llamada Ley de Agentes Extranjeros, una normativa represiva impuesta por la dictadura para criminalizar a organizaciones de la sociedad civil. A partir de ese momento, la familia Chamorro empezó a enfrentar una escalada represiva.
El 15 de mayo de 2021, la Policía allanó e incautó todos los archivos de la Fundación, y a finales de ese mes el Ministerio Público citó a Cristiana Chamorro Barrios, hija de Doña Violeta y exdirectora de la Fundación, en un proceso penal por supuesto lavado de dinero, lo que culminó en su inhabilitación electoral y posterior arresto domiciliario cuando se perfilaba como precandidata presidencial.
En ese clima de persecución política contra sus hijos —Cristiana fue arrestada, Carlos Fernando se exilió, Pedro Joaquín fue encarcelado y Claudia Lucía acosada judicialmente—, la familia tomó la decisión de trasladar a Doña Violeta a Costa Rica por razones humanitarias y de seguridad, debido a su frágil estado de salud y su avanzada edad.