La Embajada de Estados Unidos en Nicaragua expresó este sábado 14 de junio su «más sentido pésame al pueblo nicaragüense» por la muerte de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, a quien describieron como un símbolo inspirador de reconciliación y una líder íntegra y decidida.
«Honramos sus incansables esfuerzos en nombre de la paz, que ella llamó más hermosa que la victoria, así como su inquebrantable sentido del deber cívico y su compromiso con la libertad de prensa, la gobernanza democrática y la libertad», señaló la sede diplomática en un comunicado difundido en sus redes oficiales.
Estados Unidos destacó que, en 1990, Violeta Chamorro se convirtió en «la primera y única mujer elegida democráticamente» como presidenta de Nicaragua, y subrayó que «para los nicaragüenses y para mucha gente alrededor de nuestro hemisferio continúa siendo un símbolo inspiracional de la reconciliación».
«La señora Violeta Chamorro sirvió y dirigió a su nación con integridad y determinación», concluyó el mensaje oficial.
La expresidenta Violeta Barrios de Chamorro falleció este sábado 14 de junio de 2025, a las 2:21 de la madrugada en San José, Costa Rica, a los 95 años, tras una larga enfermedad, según informó su familia a través de un comunicado oficial. Su muerte ocurre en el exilio, rodeada del amor de sus hijos y en medio de un contexto nacional marcado por el autoritarismo que ella misma ayudó a derrotar en 1990.
«Doña Violeta falleció en paz, rodeada del cariño y del amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuido extraordinario, y ahora se encuentra en la paz del Señor», escribieron sus hijos Pedro Joaquín, Claudia Lucía, Cristiana y Carlos Fernando Chamorro. La familia informó que los restos de la expresidenta permanecerán temporalmente en San José, «hasta que Nicaragua vuelva a ser República, y su legado patriótico pueda ser honrado en un país libre y democrático».
A lo largo del día, distintas personalidades, expresidentes de Costa Rica, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y líderes políticos, activistas y defensores nicaragüenses desde el exilio, han expresado sus condolencias y muestras de pesar por el fallecimiento de doña Violeta.
El legado de una mujer histórica
Violeta Barrios de Chamorro fue la primera mujer presidenta de Nicaragua y de América Latina elegida democráticamente. Llegó al poder tras derrotar en las urnas a Daniel Ortega en las elecciones de 1990, encabezando la coalición Unión Nacional Opositora (UNO). Su triunfo marcó el fin de una década de guerra civil entre la dictadura sandinista y la contra armada por Estados Unidos, y dio inicio a un proceso de transición democrática y reconciliación nacional.
Viuda del mártir de las libertades públicas, el periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal —asesinado por la dictadura somocista en 1978—, Doña Violeta fue un símbolo de dignidad, moderación y valentía en tiempos de crisis. Su figura, austera y serena, logró aglutinar a una oposición heterogénea y profundamente dividida, y lideró con mano firme el complejo proceso de desmilitarización, pacificación y reconstrucción económica del país.
Doña Violeta fue reconocida a nivel internacional como una figura trascendental en la historia democrática latinoamericana. Su imagen quedó asociada a la posibilidad de un país reconciliado, gobernado desde el respeto a la libertad y la dignidad de sus ciudadanos.
Su fallecimiento ocurre mientras Nicaragua atraviesa una nueva etapa de represión, exilio y supresión de derechos. El régimen que ella derrotó en las urnas ha vuelto al poder desde 2007, bajo la férrea dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En ese contexto, el gesto de la familia de conservar sus restos en el exilio hasta que Nicaragua «vuelva a ser República» subraya el carácter político y simbólico de su legado.
La exmandataria Barrios de Chamorro deja un vacío inmenso en la historia de Nicaragua, pero también un ejemplo luminoso de integridad, decencia y amor por la patria.