Tres nicaragüenses, entre ellos una niña de siete años, que se movilizaban a bordo de una motocicleta fueron asesinados a balazos cuando circulaban por el poblado Coquital de Los Chiles, en Alajuela, Costa Rica.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, según reportes de medios locales, detalló que las víctimas fueron el conductor de la motocicleta, un nicaragüense de 46 años, de apellido Sovalbarro, que viajaba en compañía de una mujer también de origen nicaragüense, de 27 años y de apellido Guzmán, que a su vez llevaba consigo a su hija de 7 años.
Guzmán y Sovalbarro, según la OIJ, fallecieron en el lugar, mientras que la menor falleció horas después en el hospital de la localidad al que fue trasladada tras ser impactada por los disparos.
El conductor de la motocicleta, refieren las investigaciones iniciales de las autoridades costarricenses, es originario de El Castillo, Río San Juan, y aparentemente se dedicaba a cruzar a otros nicaragüenses al interior de Costa Rica.
El ataque, según las primeras hipótesis que arrojan las investigaciones, iba dirigido al conductor de la motocicleta, por lo que la muerte de la mujer y su hija habría sido «daños colaterales».
Las autoridades costarricenses todavía no han reportado la detención de ningún sospechoso o sospechosos de cometer el triple homicidio de los nicaragüenses.
Las muertes de migrantes nicaragüenses aumentaron en el último año. En 2024, según Texas Nicaraguan Community (TNC), un total de 201 migrantes pinoleros fallecieron en México y Estados Unidos.
La principal causa de los decesos de estos migrantes, según el informe anual de la organización, fueron los accidentes de tránsito, con 59 muertes en las vías, pero también documentó decesos por infartos (52), asesinatos (29), cáncer (11), derrame cerebral (10), covid-19 y otras (5).