El Banco Central de Nicaragua (BCN) anunció, a través de una nota de prensa, que mantendrá la tasa de deslizamiento del tipo de cambio del córdoba frente al dólar en cero por ciento anual durante el año 2025. Esto implica que el tipo de cambio oficial permanecerá fijo en 36.6243 córdobas por un dólar, consolidando una política cambiaria implementada desde enero de 2024.
La decisión responde a un contexto económico que el BCN califica como favorable, caracterizado por «crecimiento económico sostenido, baja inflación, estabilidad del sistema financiero y cuentas externas equilibradas». Este anuncio también incluye nuevas disposiciones dirigidas a reforzar el uso del córdoba como medio de pago en las transacciones nacionales.
Medidas para fortalecer el uso del córdoba
En la misma comunicación, el BCN anuncia que a partir del primero de enero de 2025 garantizará que todos los agentes económicos que operen en el territorio nacional deberán expresar los precios de bienes y servicios exclusivamente en córdobas, utilizando el símbolo «C$».
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Igualmente ordenan que los pagos realizados a través de tarjetas de crédito, débito u otras modalidades deberán ejecutarse en moneda nacional, incluso si las transacciones fueron referidas inicialmente en dólares.
Según el comunicado oficial, estas disposiciones buscan «fortalecer el uso del córdoba y garantizar el normal desenvolvimiento de los pagos internos y externos». El BCN ha destacado que estas acciones forman parte de su objetivo fundamental de promover la estabilidad monetaria y financiera del país, aunque economistas nacionales dijeron desde enero de 2024, cuando se aplicó el congelamiento cambiario por primera vez en 0%, que la medida podría tener efectos negativos.
Impacto de la política de deslizamiento cero
La política de deslizamiento cero fue introducida a inicios de 2024 tras una reducción gradual desde el 5% anual aplicada entre 2019 y 2023. Mientras el BCN sostiene que la medida contribuye a contener la inflación y fortalecer la confianza en la moneda nacional, expertos independientes advierten que esta medida podría beneficiar las finanzas del Estado al reducir la carga de la deuda externa, que está en su mayoría denominada en dólares. Sin embargo, también señalan que podría perjudicar a trabajadores con ingresos dolarizados, a familias receptoras de remesas y a exportadores que reciben dólares por sus productos que venden fuera de Nicaragua.
El 2025 será un año clave para evaluar la sostenibilidad y los efectos reales de esta estrategia, tanto en la economía nacional como en el bolsillo de los nicaragüenses.