La embajada de Estados Unidos publicó un mensaje en sus redes sociales en las advierte que las leyes de inmigración permanecen «estrictas» aún en los últimos meses del gobierno de Biden.
Anuncian que no habrá ningún cambio inmediato en las leyes que restringe la migración irregular, pese a los resultados electorales del pasado 5 de noviembre en las que el candidato republicano, Donald Trump, ganó la contienda.
El comunicado de la embajada norteamericana en Nicaragua, publicado en la red social X, advierte también que las personas que entren de manera ilegal a Estados Unidos por los puertos de entrada terrestre serán expulsados inmediatamente.
La nota es un evidente mensaje para disuadir cualquier interés de personas de entrar irregularmente a territorio norteamericano, motivadas por las promesas del candidato Trump de cerrar totalmente la fronteras una vez que asuma el poder en la Casa Blanca.
El gobierno del demócrata Joe Biden endureció las leyes migratorias ante las criticas de Donald Trump (en ese momento candidato a la presidencia) y de sus aliados republicanos, quienes acusaron a Biden de permitir la entrada de millones de migrantes que desde el 2023 llegaron de manera masiva, a través de la frontera con México, entre ellos más de siete millones de venezolanos y medio millón de nicaragüenses.
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Las duras criticas y posición antimigración ilegal de Trump fueron eje principal de la campaña republicana. «Los migrantes son delincuentes que ‘matan y comen nuestras mascotas’, haremos deportaciones masivas de estos delincuentes»,«(…) Kamala Harris es la culpable de permitir la entrada de estos ‘delincuentes’ y lo seguirá haciendo si le permiten llegar al poder», dijo Trump en un mitín.
«Además de intentar deportar a millones de inmigrantes no autorizados, muchos de los cuales han vivido en Estados Unidos durante décadas, Trump busca reducir la inmigración legal», explica a medios de comunicación Doris Meissner, ex comisionada del ahora extinto Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos, ahora experta en el Instituto de Política Migratoria con sede en Washington DC.
El gobierno de Biden en un intento de regular la migración masiva aplicó la visa humanitaria conocida como Parole, lo que le permitía a ciudadanos de Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba entrar de manera regular al país por vía aérea, por un plazo de dos años y bajo supervición de un patrocinador residente o ciudadano de Estados Unidos.
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Además implementó la aplicación del CBP ONE, una medida virtual para solicitar una cita en los puntos fronterizos, lo que ordena y limita el acceso de migrantes ilegales al país. Hasta el momento, unos 800 mil indocumentados han entrado a Estados Unidos a través de ese programa.
Pese a que Trump criticó ambas medidas durante su campaña electoral, hasta ahora ambos programas del gobierno de Biden se mantienen, será hasta que Trump tome poseción del cargo que se determinará si continúan o serán eliminados por los republicanos, que lograron mayoría de escaños dentro del Senado y la Cámara de Representantes.
